Para los que nos tocó vivir en directo el 11 de Septiembre en Nueva York y ver los efectos inmediatos y posteriores, en mi caso, desde el piso 36 de la sede de Naciones Unidas con vista directa a las torres gemelas, resulta particularmente sensible cualquier acción terrorista. Como se sabe, EE.UU. cambió a partir de aquella fecha.
La gente tirándose por las ventanas, la caída de las torres ante la mirada atónita de los allí presentes, gente corriendo ensangrentada y demacrada, bomberos y policías corriendo a su destino final; familiares de amigos y compañeros muertos, 3.000 muertos, un olor a muerte y destrucción que se extendía hasta el mid Manhattan, en fin, algo inolvidable e imborrable.
Hoy se cumplen 16 años y la lucha y la estrategia de seguridad nacional, que incluye la lucha contra el terrorismo, cambió en EE.UU. Desgraciadamente en Europa esa estrategia no ha cambiado, no se ha notados. En USA se reformó la Comunidad de Inteligencia creando el Departamento o Agencia de Inteligencia Nacional, con objeto de mejorar la coordinación de inteligencia sobre terrorismo entre todas las Agencias que conforman esta Comunidad, de tal manera que su Director sustituía al Jefe de la CIA en estas labores de dirección y coordinación. Se creó el Departamento de Homeland Security (Seguridad de la Nación) para proteger su territorio, fronteras etc. Se fue a por los terroristas de Al-Qaeda en Afganistan.
Se aprobaron nuevas leyes de investigación personal. Se reforzó el sistema para entrar en EE.UU. para los países que no necesitaban visado (creación del ESTA), entre ellos España. Se endureció la legislación antiterrorista. Se ha revisado esa lista de países, imponiendo restricciones para la entrada sobre algunos países árabes, medida adoptada por Trump. En fin, una serie de medidas practicas, efectivas, tangibles, concretas, que denotan una voluntad de vencer, una voluntad de adelantarse al terrorista, una voluntad de proteger al ciudadano.
Desgraciadamente en Europa, a pesar de los grandes atentados de Madrid, Londres, Paris, Niza, Berlin, Manchester, Barcelona etc, no se han tomado a nivel europeo este tipo de medidas. Mucha condena, mucha reunión, muchas promesas, incremento de coordinación policial y de los Servicios de Inteligencia, pero no medidas concretas como las arriba citadas.
Cada país lucha a su manera con sus servicios y policías. Sin embargo, todos sabemos que son insuficientes, que lo políticamente correcto parece primar sobre la seguridad anti-terrorista, que los políticos siguen otra agenda. Si la lucha contraterrorista en EE.UU. es proactiva, adelantándose al terrorista antes de que cometa su barbarie, en Europa es pasiva y de reacción una vez cometido la acción terrorista.
La preocupación y neutralización de la pretendida “Islamofobia” parece a veces que es mas importante que la adopción por parte de las autoridades de medidas concretas, practicas, efectivas.
Reflexionemos sobre si este camino nos lleva a la Europa que queremos para nuestros hijos y nietos y tomemos medidas tangibles a nivel europeo, o es que hay que asumir que habrá atentados y “sálvese quien pueda”, como ya expresan sin tapujos muchos grupos políticos y medios de comunicación. O Europa acaba con el terrorismo yihadista o este acabará con la Europa actual, pues la gente, el pueblo llano no lo aceptará.