144 mezquitas turcas en Holanda han exigido a Twitter cerrar la cuenta en esta red social del líder de la derecha alternativa Geert Wilders porque, dicen, sirve «para incitar al odio». Además, han amenazado con ir a la Justicia de varios países contra esta plataforma si no atiende a su petición: «Twitter ofrece a Wilders una plataforma para difundir su odio en todo el mundo. Esto significa que no solo Wilders puede ser castigado por esto, sino también Twitter en diferentes países. El mundo es más grande que Holanda», afirmó el abogado de la Fundación Cultural Turco-Islámica (TICF) Ejder Köse, entidad que reúne a estas mezquitas.
Si la plataforma no cierra la cuenta pública de Wilders, la fundación iniciará un procedimiento legal en Holanda y después en Turquía, Marruecos, Pakistán e Indonesia, cuatro países donde muchas de las declaraciones del político antiislamista son punibles y consideradas un insulto al islam.
Insultos a Mahoma
En septiembre del año pasado, uno de los tuits más polémicos de Wilders afirmaba que el profeta Mahoma «es el ejemplo para más de mil millones de musulmanes» cuando «fue un pedófilo, un asesino en masa, un terrorista y un loco».
El letrado de la TICF, vinculada con la dirección turca de asuntos religiosos (Diyanet), considera que el político «se equivocó» con ese mensaje porque «lastima estructuralmente a los musulmanes, legitima la violencia y cruza el límite de lo que debería permitirse» en la libertad de expresión.
Según explicó al diario holandés AD, la fundación se ha propuesto «frenar» a Wilders por «la vía penal» y si esta no funciona, recurrirán «al derecho civil» y a la Justicia de otros países.
Wilders, líder del Partido de la Libertad (PVV), el segundo grupo parlamentario de Holanda, reaccionó en su cuenta de Twitter con una cita del filósofo francés Jean-Paul Sartre: «Si en el ánimo de un hombre ha explotado la libertad, los dioses ya no tienen ningún control sobre él (Las moscas, 1943)».
