El Ejecutivo alemán ha suspendido el contrato para la fabricación de tres submarinos nucleares con Israel al producirse un caso de corrupción.
El contrato de 15.000 millones de euros por el que el Gobierno de Israel compraría tres submarinos alemanes de la clase Dolphin, con capacidad para portar ojivas nucleares, a la empresa alemana Thyssen Krupp ha sido suspendido de forma indefinida. La causa ha sido el descubrimiento, por parte de las autoridades israelíes, del pago de sobornos a altos funcionarios de su administración.
El delegado en Tel Aviv del gigante empresarial alemán, Michael Ganor, ha sido detenido y está siendo interrogado por la Fiscalía. Según fuentes oficiales, se habría comprometido a destapar todo el entramado de “sobornos” y “blanqueo de dinero” a cambio de conseguir una reducción en la petición de sus penas.
La suspensión del contrato ha sido decretada por el Gobierno alemán, que aporta una parte importante de la financiación para la compra de los tres submarinos. En el contrato de acuerdo, el Ejecutivo de Merkel se comprometía a ayudar económicamente para dotar de carga de trabajo a los astilleros alemanes. Pero se guardó la capacidad de suspender la entrega si se detectaba algún caso de corrupción.
Para evitar que se suspenda la entrega de los submarinos nucleares, el ministro israelí de asuntos militares, Udi Adam, se ha desplazado a Alemania para desbloquear las negociaciones.
