El periodista de ABC, Hermann Tertsch, desgrana las razones que han llevado a la formación derechista a situarse por encima de los socialdemócratas.
El periodista de ABC Hermann Tertsch ha explicado los motivos que llevan a Alternativa para Alemania (AfD), un fenómeno político que ha cambiado la lógica de la política alemana, a ser por primera vez segunda fuerza política del país, por delante del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), que desde las elecciones no deja de caer en los sondeos, según un estudio, de la casa Insa y difundido por el diario «Bild». Y es que la derecha alternativa lograría, de celebrarse comicios generales el próximo domingo, un 16 % de los votos frente al 15,5 % que conseguirían los socialdemócratas.
Tertsch asegura en su columna de este martes que una de las principales razones es la política migratoria de Angela Merkel, que en septiembre de 2015 abrió las fronteras a los refugiados. Y compara las historias de los musulmanes Leila Bilge y Ahmad A.
Leila es una inmigrante kurda y musulmana combativa que convocó la manifestación del pasado sábado en Berlín contra la violencia sexual y por una mayor seguridad -una marcha que fue saboteada por decenas de militantes de extrema izquierda acompañados por dirigentes de Los Verdes y de Die Linke-.
Bilge, que exige legalidad y seguridad, es miembro de Alternativa por Alemania, «un partido legal, de derechas y democrático», recuerda Tertsch, que ha pasado a ocupar todo el espacio político que ha abandonado la CDU de Angela Merkel en su deriva a la izquierda», y cuyos militantes son tachados de «nazis», «ultraderechistas» y «xenófobos» por la propia Merkel, la izquierda y casi todos los medios. «Si fuera de izquierdas o islamista estaría a diario en todas las televisiones y galas oficiales», añade.
Al otro lado está el musulmán sirio Ahmad A, que ante las cámaras de SpiegelTV se ha declarado feliz de estar en Alemania con sus dos mujeres y sus siete hijos en la casa que le han dado, pero ha advertido que tendrán que ampliarla si trae otras dos mujeres hasta las cuatro que le permite su ley porque a él no le afectan las leyes alemanas, solo la Sharia, la ley islámica.
.»Tendrá los hijos que diga Alá, ‘veinte o más’, es refugiado pese a no cumplir las condiciones. Llegado por muchos países sin guerra. Estuvo en Grecia, Francia y Dinamarca. Pero quería Alemania. No buscaba seguridad. Esa la habría tenido en esos países. Quería las subvenciones. Ah, y dice que no piensa aprender alemán ni trabajar, que prefiere quedarse con los niños. Que con el dinero que recibe por ellos no lo necesita», dice Tertsch, antes de recordar que mientras todo esto ocurre, «los trabajadores alemanes sufren dramáticos recortes en prestaciones y los servicios municipales se deterioran sin parar».
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AfD se sitúa por primera vez por delante de los socialdemócratas en Alemania
