La medida ha salido adelante en el Congreso con 216 votos a favor y 212 en contra, y ha contado con el rechazo de toda la oposición demócrata
La Cámara de Representantes de Estados Unidos ha aprobado este jueves por un estrecho margen un proyecto de ley presupuestario que allana el camino para debatir en el Congreso la reforma fiscal prometida por el presidente estadounidense, Donald Trump.
La medida ha salido adelante en el Congreso con 216 votos a favor y 212 en contra, y ha contado con el rechazo de toda la oposición demócrata y 20 legisladores republicanos.
El presupuesto aprobado hoy asciende a 4 billones de dólares para el año fiscal 2018, entre ellos 622.000 millones de dólares para Defensa.
Esta aprobación, ya ratificada en el Senado, es clave para que el Congreso pueda debatir los agudos recortes de impuestos para empresas y trabajadores prometidos por Trump antes de que acabe el año.
Incluye, además, lo que se conoce como norma de reconciliación, que permite que la reforma fiscal sea aprobada en el Senado por mayoría simple, en lugar de la mayoría cualificada de 60 votos.
Los republicanos, impulsores de esta propuesta, cuentan solo con mayoría en el Senado de 52 escaños sobre 100, por lo que esta maniobra procesal es fundamental con vistas a un voto que se presume ajustado.
Tras la votación, el presidente del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara, el republicano Kevin Brady, ha anunciado que la propuesta de reforma fiscal será presentada el 1 de noviembre.
Esta reforma es una de las prioridades legislativas de Trump durante su primer año en el cargo. Así, ha asegurado que supondrá «los mayores recortes de impuestos en Estados Unidos desde la década de 1980».
El mandatario aplaudió el voto favorable en la Cámara de Representantes, ya que «sienta las bases para poner a Estados Unidos primero al ofrecer alivio económico para los estadounidenses en forma de recortes de impuestos y reforma fiscal», según un comunicado emitido por la oficina de prensa de la Casa Blanca
La propuesta, delineada a finales de septiembre por la Casa Blanca, fija una reducción de la tasa impositiva a las empresas desde el 35 % al 20 % y pretende simplificar los tramos de impuestos de la renta individual, al pasar de los siete actuales a tres: del 12 %, del 25 % y del 35 %.
El plan de Trump implica un aumento del déficit presupuestario de 1,5 billones de dólares en la próxima década