‘En caso de que Estados Unidos elabore la resolución ilegal sobre sanciones más duras, la República Popular Democrática de Corea se asegurará de que pague el debido precio’, reza el comunicado del país asiático
La región Asia-Pacífico es ya una bomba cuya explosión se antoja más próxima que lejana. En un comunicado difundido este lunes por el Ministerio de Exteriores, Corea del Norte ha amenazado con infligir el ‘mayor dolor y sufrimiento’ a Estados Unidos por su papel de impulsor de nuevas sanciones contra ella; sanciones que vendrían motivadas por las últimas pruebas balísticas llevadas a cabo por el régimen comunista de Pyongyang.
‘En caso de que Estados Unidos elabore la resolución ilegal sobre sanciones más duras, la República Popular Democrática de Corea se asegurará de que pague el debido precio’, reza el comunicado del país asiático.
Un precio que, si tenemos en cuenta lo aseverado por Pyongyang, deberíamos asociar con el dolor y la muerte. No en vano, en su nota, Corea del Norte advierte que ‘está preparada y dispuesta para emplear cualquiera de sus medios definitivos’, así como subraya que sus eventuales represalias ‘causarán a Estados Unidos el mayor dolor y sufrimiento que haya sentido a lo largo de su historia’.
Con afán de añadir vigor a estas belicosas amenazas, el régimen comunista acaudillado por Kim Jong-un resume, en su comunicado, los progresos logrados hasta el momento en materia armamentística. ‘Pyongyang ha desarrollado y perfeccionado un arma termonuclear muy poderosa como medio para disuadir los movimientos cada vez más hostiles y la amenaza nuclear de Estados Unidos y para apaciguar el riesgo de una guerra nuclear que pesa sobre la península de Corea’.
Unas sanciones más drásticas
El agresivo comunicado norcoreano es una respuesta a la reunión que se va a celebrar este lunes en la ONU a instancias de Washington; una reunión en la que el Consejo de Seguridad habrá de votar sobre un eventual paquete de sanciones contra Corea del Norte.
Las sanciones que este lunes podría aprobar Naciones Unidas serían las más severas de cuantas hasta la fecha se han adoptado contra el régimen comunista de Pyongyang. De este modo, las penalizaciones incluirían, tal y como desvela el borrador presentado por Estados Unidos, una limitación en la venta de petróleo al país asiático (actividad comercial fundamentalmente realizada por China) y también en las exportaciones de textiles, las cuales suponen hogaño – tras las sanciones a otros sectores tales como el minero – la mayor parte de las ventas al exterior de la Corea septentrional.
Asimismo, las medidas, que en caso de aprobarse serían las novenas tomadas contra Pyongyang desde 2006, contemplarían también la prohibición de que los trabajadores norcoreanos con empleo en el extranjero envíen dinero a su país.
Recordemos que el 3 de septiembre perpetró un ensayo balístico que superaba, en magnitud, a todos los perpetrados anteriormente, que provocó una unánime condena de la comunidad internacional y que incrementó aún más la tensión en la región. En esa ocasión, el arma utilizada fue una bomba de hidrógeno.
