«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Estados Unidos baraja un plan en tres etapas

Donald Trump demanda elecciones en Ucrania y atiza a Volodímir Zelenski: «Cuenta con apenas un 4% de aprobación»

Donald Trump junto a Volodímir Zelenski. Europa Press

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se ha pronunciado tras el encuentro entre Marco Rubio y Serguéi Lavrov para anunciar su intención de poner fin a la guerra y atizar al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. En una entrevista con Fox News, Trump ha insistido en que la celebración de elecciones en el país es una necesidad que trasciende los deseos del Kremlin, asegurando que varios gobiernos comparten su postura. Además, ha aprovechado la ocasión para subrayar la baja popularidad de Zelenski, afirmando que «cuenta con un 4% de aprobación».

Mientras Washington y Moscú comienzan a explorar posibles acuerdos, la cuestión electoral ucraniana se perfila como un punto clave en las negociaciones. Según la cadena estadounidense Fox News, la administración Trump baraja un plan en tres etapas: cese de hostilidades, elecciones supervisadas y un eventual tratado de paz. La revelación de este esquema generó de inmediato una respuesta desde el Kremlin, con Lavrov negando cualquier conocimiento previo sobre dicho planteamiento. Sin embargo, la idea de impulsar elecciones anticipadas para debilitar la posición de Zelenski parece alinearse con los intereses rusos y ha sido una de sus reivindicaciones constantes desde el inicio del conflicto.

El impacto de la guerra en la imagen pública del presidente ucraniano es cada vez más visible. Aunque en los primeros compases del conflicto su respaldo ciudadano alcanzó niveles históricos, la prolongación de la contienda, las dificultades internas y la centralización del poder han erosionado su posición. No obstante, encuestas recientes muestran que la mayoría de los ucranianos consideran inviable la celebración de elecciones mientras la ley marcial siga vigente, percibiéndolas como una estrategia para socavar la estabilidad nacional en un momento crítico.

En este contexto, la primera jornada de contactos entre las delegaciones rusa y estadounidense se extendió durante cuatro horas y media, lo suficiente para que ambas partes acordaran establecer un «mecanismo de consultas» destinado a allanar el camino hacia un eventual acuerdo. Marco Rubio, jefe del equipo negociador de Estados Unidos, subrayó que este será un proceso arduo y prolongado, aunque sugirió que podría sentar las bases para una futura cooperación en esferas económicas y geopolíticas de interés común. La iniciativa busca no sólo la resolución del conflicto, sino también un reequilibrio de las relaciones entre Washington y Moscú, distanciándose de la postura adoptada durante la administración Biden.

Un elemento clave en la delegación rusa fue la presencia de Kiril Dimitriev, director del Fondo Ruso de Inversión Directa, lo que sugiere que Moscú busca incluir en las negociaciones un alivio a las sanciones económicas impuestas tras la invasión. La inclusión de Dimitriev refuerza la idea de que uno de los objetivos de Rusia es facilitar la normalización comercial con Occidente, un punto que podría interesar a Trump dadas sus prioridades económicas y su interés en la explotación de recursos naturales estratégicos.

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