Hasta 230 aviones de guerra participan en unos ejercicios importantes como consecuencia de la coyuntura actual en la penĆnsula de Corea
En un aƱo en el que Corea del Norte ha incrementado ā en cantidad y calidad ā sus amenazas a la comunidad internacional, Estados Unidos ha mostrado, con palabras y actos, su determinación de defender a sus aliados en la región Asia-PacĆfico. De esta manera, ha iniciado unas maniobras militares aĆ©reas junto con Corea del Sur, las mayores de la historia de ambos paĆses.
Hasta 12.000 soldados y hasta 230 aviones de guerra participan en unos ejercicios que, aunque de carĆ”cter anual y programados desde hace meses, son importantes como consecuencia de la coyuntura actual. No en vano, constituyen un mensaje de fuerza y unidad apenas cinco dĆas despuĆ©s de que el rĆ©gimen estalinista de Pionyang lanzara un nuevo misil intercontinental y se autoproclamara āEstado nuclearā.
En esta simulación estĆ”n presentes varias unidades de la llamada quinta generación de cazas a reacción ā seis F22 y doce F35 ā, dos bombarderos estratĆ©gicos B-1B, seis EA-18G; asĆ como varios modelos F-15, KF-16 y F-5 surcoreanos. AsĆ, con estos aviones, los aliados simularĆ”n ataques sobre falsas instalaciones nucleares norcoreanas y plataformas autopropulsadas semejantes a las que emplea el rĆ©gimen acaudillado por Kim Jong-un para desplegar sus misiles.
Un portavoz del Ministerio de Defensa surcoreano se ha afanado en explicar el propósito que guĆa a esta declaración de fuerza, que en realidad no estriba sino en amedrentar a Corea del Norte, en disuadirla de perpetrar cualquier ilegalidad: āEl ejercicio Vigilant Ace busca mejorar la capacidad operativa combinada de los paĆses tanto de dĆa como de noche y en cualquier condición meteorológicaā.
Aunque desde algunas cabeceras se apunta que estos ejercicios militares, que concluirĆ”n el próximo ocho de diciembre, son los mayores de la historia de EEUU y de Corea del Sur, lo cierto es que el paĆs estadounidense se ha limitado a seƱalar que āson comparables en escala a previas ediciones de Vigilant Aceā.
La rƩplica de Corea del Norte
Corea del Norte, cuyos ilegales ensayos balĆsticos han proliferado durante el transcurso de este aƱo, no ha tardado en criticar a Washington y SeĆŗl por sus nuevos ejercicios. No en vano, a travĆ©s del diario oficial del rĆ©gimen, los ha motejado de āestĆŗpidosā y los ha acusado de mantener una actitud provocadora e incendiaria.
āLos Estados Unidos y las fuerzas tĆteres de Corea del Sur son tan estĆŗpidos como para andar jugando a lo loco con semejantes cazabombarderos furtivos (ā¦) Unas maniobras de esta naturaleza son una peligrosa provocación que estĆ” arrastrando la tensa situación en la penĆnsula coreana al borde de una guerra nuclearā, reza el comunicado difundido por el rĆ©gimen norcoreano, que no cree que, como asevera el Gobierno de la Corea meridional, los ejercicios sean de ācarĆ”cter defensivoā.
A su vez, decenas de personas se congregaron ante la embajada de EEUU en Seúl con afÔn de protestar contra el Vigilant Ace y exigir una solución dialogada a todas las partes.