La noche del martes ha sido la más sangrienta desde que se inició el conflicto entre el movimiento terrorista Hamás e Israel hace diez días. Un bombardeo contra el hospital Ahli Arab, en la ciudad de Gaza, ha causado la muerte de alrededor de 500 personas. Aunque Tel Aviv reduce la cifra, tanto la organización terrorista palestina como el país hebreo se acusan mutuamente de dicho ataque.
Sin embargo, el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel ha salido inmediatamente a desmentir la autoría del Estado judío del ataque y ha acusado a la Yihad Islámica: «Hicimos una revisión inmediata con todas las ramas pertinentes de las FDI», ha asegurado el portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari.
«Según el análisis de los sistemas operativos de las FDI, se lanzó una andanada de cohetes enemigos hacia Israel, que pasó por las cercanías del hospital, cuando fue alcanzado», ha informado el Ejército israelí en un comunicado. Además, ha difundido varios vídeos e imágenes que demuestran que los disparos fueron realizados desde el interior de la Franja.
En este mismo sentido, el portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, ha insistido en que «un análisis de las fotografías aéreas confirma que no hubo daños directos al hospital, sino sólo en el aparcamiento adyacente. Se pueden ver signos de un incendio sin cráteres o daños a la infraestructura de los edificios en la zona», ha añadido.
Precisamente uno de estos vídeos fue publicado por el medio Al Jazeera, que interrumpió la emisión tras difundir esas imágenes y dio paso a la presentadora. En medio de la polémica, Al Jazeera, propiedad del emir de Catar, con vínculos con la cúpula de Hamás, aseguró que no podía garantizar que ese cohete fuera el que impactó en el hospital de la Franja de Gaza.
