No obstante, de acuerdo con el titular de Exteriores británico, Trump y Kim Jong-un deben inclinarse por la ‘imaginación diplomática’
Tras una temporada de exigua actividad pública, el titular de Exteriores de Reino Unido, Boris Johnson, ha regresado a las páginas de los medios de comunicación. Un retorno que se debe a la rueda de prensa que ha concedido este lunes en Chatham House, en la que ha defendido el derecho de Estados Unidos a prepararse militarmente para un hipotético conflicto bélico con el régimen estalinista de Corea del Norte.
‘Dada la amenaza que puede sufrir de un país con armas nucleares como Corea del Norte, el deber de cualquier presidente de Estados Unidos es explorar al menos esas opciones militares’, ha aseverado Johnson, cuya permanencia en el Gobierno británico ha sido puesta en cuestión en las últimas fechas como consecuencia de sus discrepancias con la primera ministra, Theresa May, respecto al Brexit y sus más que controvertidas palabras sobre Libia (habló del tremendo potencial de la ciudad de Sirte una vez ‘limpiaran las calles de cadáveres’).
No obstante, argumenta el canciller británico, aunque ‘la opción militar debe estar siempre sobre la mesa’, Trump y Kim Jong-un deben inclinarse por la ‘imaginación diplomática’. Así, preguntado sobre si apoyaría a EEUU en una eventual guerra con Pionyang, Johnson ha optado por la cautela y ha asegurado que él se decanta por ‘una solución productiva’ orquestada por China.
Precisamente la postura de China respecto al intrincado conflicto norcoreano ha mutado en las últimas fechas: de apoyar casi incondicionalmente al Gobierno de Pionyang, ha pasado a recelar de sus últimas actuaciones. Un recelo que se manifestó en el mes de septiembre, cuando secundó, en el Consejo de Seguridad de la ONU, la adopción de sanciones contra Corea del Norte por sus ensayos balísticos.
Un escenario de Guerra Fría
Quizá magnificando la relevancia internacional y el poder de Corea del Norte, Johnson ha comparado el conflicto entre ésta y Estados Unidos con la Guerra Fría, donde la disuasión se tornó en un elemento básico: ‘La gente se está empezando a preguntar si la espada nuclear de Damocles pende una vez sobre la temblorosa raza humano’.
En este sentido, el titular de Exteriores de Gran Bretaña sobre el poder que hogaño acumula Pionyang, cuyos ensayos balísticos han resultado, en su mayoría, exitosos: ‘El mundo debe entender que el cuadragésimo quinto presidente de Estados Unidos contempla un régimen liderado por un hombre que no sólo amenaza con reducir Nueva York a cenizas, sino que está a punto de tener el poder para lograrlo.
El acuerdo nuclear con Irán
Pese al apoyo exhibido a Trump en la cuestión norcoreana, el canciller británico se ha desmarcado de él en lo que al acuerdo nuclear iraní se refiere: ‘A Irán le faltaban meses para producir el arma nuclear en una de las regiones más volátiles del mundo. Pensemos en la pesadilla que ha logrado evitar ese acuerdo’, ha recordado al presidente norteamericano, quien ha expresado reiteradamente su voluntad de retirar a Estados Unidos del pacto.
En cualquier caso, Johnson sí ha reconocido la preocupación que le despierta la política que está llevando a cabo el régimen persa en Oriente Medio; política que estriba en suministrar armas a los rebeldes hutíes en Yemen y en involucrarse en Siria. ‘Pero eso no significa ni por un minuto que debamos marginar a Irán, o que renunciemos al diálogo, o que mostremos una falta de respeto hacia su pueblo’, ha argüido el ministro británico.