«Vemos que ha sucedido algo trágico, pero no tenemos información sobre cuál puede ser la causa, a qué se dedicaba esta persona o con qué puede esto estar relacionado», dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
El Kremlin calificó de «trágico» el incidente por el que el exespía ruso Sergei Skripal está hospitalizado en Inglaterra por supuesto envenenamiento, pero dijo no saber nada sobre ello.
«Vemos que ha sucedido algo trágico, pero no tenemos información sobre cuál puede ser la causa, a qué se dedicaba esta persona o con qué puede esto estar relacionado», dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, a los periodistas.
«Lamentablemente, no puedo decir nada al respecto, porque no tenemos información alguna, saben muy bien cómo (Skripal) llegó a Occidente, a consecuencia de qué acciones y qué decisiones, no lo voy a repetir», insistió el portavoz, en alusión a que el agente ruso también espió para Reino Unido por lo que fue condenado por traición.
Añadió que Moscú está dispuesto a cooperar en una investigación, aunque nadie se lo ha pedido por el momento.
«Siempre estamos abiertos a cooperar», respondió Peskov a la pregunta sobre si Rusia planea participar en la investigación del suceso.
Por su parte, Andréi Lugovói, otro exespía y actual diputado ruso acusado por Londres del envenenamiento con polonio de su colega Alexander Litvinenko en 2006, tachó «de bulo propagandístico» la información sobre el envenenamiento de Skripal.
El que fuera compañero de Litvinenko, que murió tras tomar un té en un hotel londinense con Lugovói y otro exagente ruso, Dmitri Kovtun, aseguró que Skripal «no representaba ninguna amenaza para Rusia«.
Skripal, de 66 años, acompañado de una mujer de unos 30 años, fue hallado el domingo inconsciente en un centro comercial de la ciudad de Salisbury, en el suroeste de Inglaterra, tras supuestamente entrar en contacto con una sustancia desconocida, de acuerdo a la policía local.
El exespía doble se encuentra ahora en «estado crítico», según la última información de la Policía británica.
El hombre, excoronel en la inteligencia militar rusa, fue condenado en Rusia a 13 años de prisión en 2006 por pasar secretos de Estado al Reino Unido.
En 2010, Skripal fue uno de los cuatro convictos perdonados y trasladados al Reino Unido en lo que se consideró el mayor trueque de espías desde la Guerra Fría.