El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha señalado que ‘las empresas deben tener una política formal sobre género y hacer de la contratación de mujeres una prioridad’.
El Foro Económico Mundial constituye uno de los principales baluartes del globalismo, de ese movimiento que conspira – a veces en secreto, a veces en insultante publicidad – para acabar con el Estado-Nación como estructura fundamental de organización política y para constituir, en consecuencia, un gobierno mundial. No en vano, en Davos, que no deja de ser una iniciativa privada, se concitan algunas de las más egregias personalidades políticas del mundo.
En la presente edición del Foro Económico Mundial, una de las alocuciones más jaleadas ha sido la del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, quien ha reflexionado sobre la necesidad de que se incremente la presencia femenina en el mundo empresarial. De esta manera, el mandatario norteamericano, verdadero apóstol de la corrección política, ha impelido a sus colegas a trabajar para alcanzar ese propósito.
En este sentido, Trudeau ha manifestado la posibilidad de ‘cada uno de los líderes políticos y empresariales’ trabaje para ‘contratar, promover a más mujeres’, así como ha señalado que ‘las empresas deben tener una política formal sobre género y hacer de la contratación de mujeres una prioridad’.
Recordemos que Trudeau es uno de los popes de ese movimiento político transnacional que tiene como principales ejes la ideología de género, el relativismo, el multiculturalismo… Así, en su país ha impulsado diversas leyes que atentan de forma evidente contra la libertad religiosa y ha sometido a un verdadero acoso legal a aquéllos que no comulgan con el pensamiento dominante respecto al aborto (ya relatamos en La Gaceta esa norma que niega ayudas para contratar becarios a esas empresas que se opongan al aborto y a los derechos LGTB).
Hace escasamente una semana, el primer ministro canadiense dedicó unas cariñosas palabras a los provida y a las personas contrarias a la ideología de género y a su imposición social: ‘Una organización que tiene el propósito explícito de restringir los derechos de las mujeres mediante la eliminación de los derechos de aborto, el derecho de las mujeres a controlar sus propios cuerpos, no está en línea con lo que somos como gobierno y francamente donde estamos como sociedad’.
Globalismo en vena
En esta cumbre de Davos de 2018 ya se han podido oír encendidos alegatos en defensa del globalismo y el capitalismo transnacional. Uno de los más destacados ha sido el del primer ministro de la India, Narendra Modi, quien ha clamado contra el proteccionismo y los intentos de frenar el proceso globalizador: ‘Las fuerzas del proteccionismo están levantando sus cabezas contra la globalización. Su intención no es sólo evitar la globalización en sí, sino revertir su curso natural’, ha aseverado Modi, quien lamenta que los tratados de libre comercio se hayan quedado ‘en punto muerto’.
‘El resultado de todo esto es que nos hemos convertido en testigos del establecimiento de nuevos tipos de barreras tarifarias y no tarifarias’, ha señalado el mandatario indio, cuyo discurso ha sido presentado por los medios globalistas como un antídoto al patriotismo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
