Los casos de varicela, sarna y diarrea en la Franja de Gaza están aumentando debido a las «terribles condiciones sanitarias» en el enclave palestino, exacerbadas por el «asedio total» orquestado por Israel en respuesta al ataque de Hamás contra su territorio el pasado 7 de octubre.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha explicado que una de las causas es la dependencia del agua contaminada ante la falta de agua potable en el enclave. Los camiones de ayuda humanitaria están entrando principalmente con agua potable, pero no es suficiente para atender las necesidades de todos los gazacíes.
Israel ha impuesto un «asedio total» a Gaza —cortando la entrada de alimentos, combustible, medicinas, agua y otros suministros esenciales— en respuesta a las masacres perpetradas por los terroristas de Hamás hace dos semanas.
Este asedio ha sido denunciado por la ONG Medical Aid for Palestine, que avisa de que las vidas de al menos 130 recién nacidos en incubadoras en los hospitales de Gaza están en peligro a medida que se agota el combustible en el enclave asediado. La directora ejecutiva de la ONG, Melanie Ward, ha manifestado que «el mundo no puede quedarse mirando cómo estos bebés mueren a causa del asedio a Gaza».
