Las fuerzas de seguridad de Corea del Sur han puesto en marcha otro registro en la oficina del presidente del país, Yoon Suk Yeol, en el marco de las investigaciones por la declaración de la ley marcial y un día después que la Policía denunciara que sus operaciones habían sido bloqueadas por la guardia presidencial, que habría impedido a los agentes recabar los documentos y materiales necesarios.
La Oficina Nacional de Investigación, que se encuentra al frente del caso, ha desplegado un nuevo grupo de agentes en un intento por hacerse con las pruebas sobre los acontecimientos que tuvieron lugar el 3 de diciembre, cuando el presidente declaró la ley marcial, una medida que fue revocada horas después por el Parlamento.
No obstante, la Policía ha indicado que la sede del Estado Mayor de Defensa y el despacho del presidente no son objeto de estas operaciones, según informaciones recogidas por la agencia surcoreana de noticias Yonhap. Asimsimo, fuentes cercanas al asunto han indicado que las Fuerzas Armadas han accedido a cooperar con la investigación policial, por lo que los documentos se presentarán voluntariamente.
Yoon, que se enfrenta a una investigación por presunta insurrección y tiene prohibido abandonar el país a pesar de que sobrevivió durante el fin de semana a un proceso de destitución impulsado por la oposición en el Parlamento. Está previsto que este fin de semana, el mandatario sea sometido a un proceso similar a medida que avanzan las protestas en su contra.