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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

¿Qué es lo que está ocurriendo en Irán? Cuatro claves

Manifestantes en la capital de Irán, Teherán

El Gobierno de Irán, al tiempo que ha reconocido el derecho de los ciudadanos a manifestarse ‘por la vía legal’, ha acusado a Estados Unidos, Israel y Arabia Saudí de alentar y orquestar las protestas


Las protestas en Irán continúan por sexto día consecutivo. En un principio, estaban alimentadas fundamentalmente por la penosa situación económica que vive el régimen persa – en parte provocada por las sanciones establecidas por la comunidad internacional –, pero pronto adoptaron también un cariz más político. Además, tanto el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han mostrado su respaldo a los manifestantes. Veamos qué es lo que está acaeciendo exactamente en Irán.

El coste de la vida y el régimen islámico

La génesis de las protestas, que ya han provocado la muerte de más de una decena de personas y la detención de varios centenares, se halla en la ciudad de Masshad, conocida por su rigorismo islámico. Allí, el pasado jueves miles de personas se concentraron para clamar contra la carestía de la vida y la delicada coyuntura económica que vive Irán: creciente inflación, elevada tasa de desempleo, grave desigualdad de poder adquisitivo e incremento del precio de alimentos básicos como los huevos y las aves de corral.
Sin embargo, estas protestas se extendieron al resto del país – incluida la capital, Teherán – con relativa rapidez y fueron progresivamente mutando de cariz. Así, de lo económico han evolucionado a lo político y a lo social: los manifestantes demandan mayor libertad política (por lo general), claman contra la corrupción política existente y han coreado consignas tanto contra el presidente del país, Hassan Rohani, como contra el líder supremo, Alí Jamenei (concretamente, ‘muerte al dictador’).

¿Concentraciones violentas?

De acuerdo con la agencia Reuters, son ya 13 las víctimas mortales (una de ellas, un policía) provocadas por unas protestas tan multitudinarias como las que tuvieron lugar en 2009 contra el Ejecutivo de Ahmadineyad. Asimismo, más de cuatrocientas personas han sido detenidas y el Gobierno ha prohibido – o limitado – el acceso a redes sociales como Telegram o Instagram.
En este sentido, diversas agencias de noticias iraníes han demostrado, con imágenes, que la policía se está sirviendo de cañones de agua para lidiar con los manifestantes, quienes tampoco han rehuido la violencia. No en vano, aunque muchos han protestado pacíficamente, los daños a la propiedad pública han sido ingentes y este lunes se produjeron disparos en Qazvin, al oeste de Teherán.

La réplica del Gobierno iraní

El Gobierno iraní, al tiempo que ha reconocido el derecho de los ciudadanos a manifestarse ‘por la vía legal’, ha acusado a Estados Unidos, Israel y Arabia Saudí de alentar y orquestar las protestas: ‘Nuestro progreso y éxito en el mundo de la política ha sido insoportable para Estados Unidos y el régimen sionista (…) El enemigo se está vengando por el exitoso papel que desempeñamos en la lucha contra el terrorismo y en la restauración de la seguridad y la estabilidad en Oriente Medio’, ha aseverado el presidente Rohani.
En esta línea, el mandatario ha conminado a los iraníes a preservar el statu quo, así como ha impelido a los manifestantes a no permitir que ‘una pequeña minoría blasfema se infiltre en sus filas’. Ello trasluce la preocupación del Gobierno con el hecho de que algún grupo proclive al Shá se apodere de las concentraciones, tornándolas aún más beligerantes con el orden establecido.
En cualquier caso, Rohani se ha afanado en trasladar cierto sosiego a los iraníes: ‘No tenemos mayor problema que el paro y las protestas del pueblo no son una amenaza, sino una oportunidad’.

La reacción de EEUU e Israel

Los manifestantes, que están divididos en ingentes facciones, se han encontrado con el incondicional y entusiástico apoyo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ha estado muy activo en redes sociales en las postrimerías de 2017 y en los albores de 2018: ‘Irán está fracasando en todos los niveles a pesar del terrible trato firmado con ellos por la administración Obama. El gran pueblo iraní ha sido reprimido por muchos años. Tienen hambre de comida y de libertad. Junto con los derechos humanos, la riqueza de Irán está siendo saqueada. ¡TIEMPO PARA EL CAMBIO!’
 


En este sentido, el locuaz presidente estadounidense se ha pronunciado contra la decisión del Ejecutivo persa de limitar el acceso a Internet: ‘Irán, el estado número uno en Patrocinio del Terror con numerosas violaciones de los derechos humanos que ocurren cada hora, ahora ha cerrado el Internet para que manifestantes pacíficos no pueden comunicarse. ¡Mal!’.
 


Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha expresado su anhelo de que el hodierno régimen de los ayatolás sea derrocado: ‘Este régimen trata desesperadamente de sembrar odio entre nosotros. Y cuando este régimen caiga – lo hará un día – los israelíes y los iraníes serán grandes amigos de nuevo’.

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