El Ministerio del Interior marroquí ha explicitado en un comunicado que solo ha aceptado la ayuda ofrecida por España, Reino Unido, Qatar y Emiratos Árabes Unidos en respuesta al terremoto que ha dejado más de 2.100 muertos en la región de la cordillera del Atlas.
«Las autoridades marroquíes han respondido favorablemente, durante esta fase específica, a las ofertas de apoyo de los países amigos España, Qatar, Reino Unido y Emiratos Árabes Unidos, que habían ofrecido movilizar equipos de búsqueda y salvamento», ha indicado el Ministerio en un comunicado oficial recogido por la televisión marroquí 2M.
Rabat justifica su decisión en la «evaluación precisa» realizada de las necesidades tras el corrimento y «teniendo en cuenta que la falta de coordinación en tales situaciones podría ser contraproducente».
En cualquier caso, el Gobierno marroquí no descarta pedir ayuda a otros países en caso de ser necesario: «Con el avance de las operaciones de intervención podría evolucionar la evaluación de las posibles necesidades, lo que permitiría aprovechar las ofertas de apoyo presentadas por otros países amigos, según las necesidades específicas de cada etapa».
Además, ha expresado su «agradecimiento» ante las ofertas de «disponibilidad para prestar ayuda y asistencia en estas circunstancias particulares».
El caso que más llama la atención es el de Francia, con una estrecha relación a nivel político, diplomático, hitórico y social hasta el punto de que el presidente francés, Emmanuel Macron, ha manifestado la disposición de su país a colaborar.
«Francia está dispuesta a ofrecer su ayuda a Marruecos si Marruecos decide que es útil», ha declarado Macron desde Nueva Delhi, donde se encuentra para participar en la cumbre del G20.