Las autoridades de la región de Nagorno Karabaj han denunciado este miércoles el fallecimiento de al menos 27 personas tras los ataques lanzados este martes por Azerbaiyán. Esta respuesta a la muerte de militares y civiles azeríes tras la explosión de minas antipersona en la región ha dejado también 200 heridos.
Según ha informado Gegham Stepanián, representante de Derechos Humanos de Arstaj —nombre con el que es conocida oficialmente la región—, entre los 27 fallecidos se encuentran dos civiles. Además, ha asegurado que 7.000 personas han sido evacuadas de 16 asentamientos de la región. «Azerbaiyán continúa su ofensiva criminal contra Nagorno Karabaj. También se atacan bienes e infraestructuras de carácter civil», ha añadido, informando de que en Yeghtsahgoh, cerca de la importante ciudad de Shusha, las Fuerzas Armadas han destruido la escuela y no es posible evacuar a los residentes de la zona.
Por el contrario, el Gobierno de Azerbaiyán ha anunciado este martes el inicio de «actividades antiterroristas» en Nagorno Karabaj tras denunciar la muerte de dos civiles y cuatro militares a causa de la explosión de minas antipersona en la región, en medio de las continuas tensiones con Armenia.
Tras el anuncio de Bakú, el Gobierno armenio ha acusado a Azerbaiyán de haber desencadenado «otra agresión a gran escala contra la población de Nagorno Karabaj, destinada a completar su política de limpieza étnica». Armenia acusa además de haberlo hecho «guiado por su sentimiento de impunidad». Por su parte, el Ministerio de Exteriores de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj ha denunciado que «Azerbaiyán ha lanzado una ofensiva militar a gran escala» y ha agregado que Stepanakert y otras ciudades «están siendo atacadas intensamente con artillería».
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha implorado a ambas partes del conflicto que tomen «las medidas necesarias para garantizar que la vida y la infraestructura civiles sean respetadas, así como protegidas, en todo momento». «Estamos preparados para responder a cualquier aumento de las necesidades humanitarias de la población y continuar nuestro trabajo en curso en toda la región», ha subrayado en un comunicado la directora regional del CICR para Europa y Asia Central, Ariane Bauer.