«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Déborah murió pocas horas después en un centro médico

Milicias armadas de yihadistas violan, apuñalan y abandonan desnuda a una mujer por no renegar de su fe cristiana en el Congo

Fuerzas armadas de la ADF. Europa Press

Los congoleños Camille y Esther Ntoto, cofundadores de ‘African New Day’, han denunciado en una entrevista con el Centro Europeo para el Derecho y la Justicia (ECLJ) que el Estado Islámico está endureciendo su persecución contra los cristianos y en las últimas semanas se han producido casos de bombardeos e incluso violaciones a mujeres por su fe. Según relatan, las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), ahora aliadas del grupo yihadista, están llevando a cabo una campaña brutal en el este de la República Democrática del Congo (RDC) con el objetivo de erradicar cualquier manifestación cristiana.

Camille Ntoto explica que las ADF no solo destruyen templos, sino que también amenazan directamente a los fieles, obligándolos a convertirse al islam. «Han convertido la conversión forzosa en una herramienta de guerra. Miles han sido atacados. Muchos, simplemente por confesar su fe en Jesucristo, se han convertido en blanco del terror», señala. Su esposa Esther comparte testimonios desgarradores que han recogido en el terreno, como el caso de Jean Pierre, un anciano quemado vivo en marzo tras negarse a abandonar su fe. Su familia, aún traumatizada, vive las secuelas de aquel horror cada día.

Uno de los relatos más impactantes que narra Esther es el de Déborah, una mujer cristiana que lideraba un grupo femenino en su iglesia. Al regresar de una reunión religiosa fue interceptada por miembros de las ADF, que le exigieron renegar de su fe. Ante su negativa, fue salvajemente violada, apuñalada y abandonada desnuda y herida entre matorrales. A pesar de la brutal agresión, fue hallada aún con vida por campesinos que regresaban de sus labores. Pudo contar lo ocurrido antes de morir pocas horas después en un centro médico.

Esther lamenta la incredulidad con la que, según dice, se recibió su testimonio en algunas instituciones europeas. «Durante nuestra visita a Bruselas, fue desolador oír a funcionarios que dudaban de estos hechos. Pero esto está ocurriendo ahora mismo y debe cesar. Hay cristianos siendo asesinados y torturados por su fe en el Congo, y el mundo no puede seguir dándole la espalda a esta realidad», clamó.

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