«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
en una entrevista con tucker carlson

Orbán, sobre la guerra de Ucrania: «Llamen a Trump, es la única salida»

Viktor Orban en su entrevista con Tucker Carlson.
Viktor Orban en su entrevista con Tucker Carlson.

«Hay ciertas cosas que son más importantes que uno mismo, como la familia, la nación, Dios», ha afirmado el primer ministro húngaro Viktor Orbán en entrevista concedida a la antigua estrella de la Fox Tucker Carlson, explicando la diferencia entre los dos grandes bloques ideológicos en que hoy se divide el mundo.

«Ser húngaro es estar muy orgulloso de ello. Amamos nuestra nación, amamos al país y estamos orgullosos. No es exactamente el pensamiento dominante, el pensamiento político de una sociedad occidental. Pero en Hungría, todavía somos muy patrióticos y cristianos y estamos comprometidos con esos valores. No desde un nivel ideológico, sino en las calles todos los días», ha afirmado Orbán.

La conversación estuvo dominada por la crisis geopolítica provocada por la invasión rusa de Ucrania, que afecta especialmente a la vecina Hungría. El país ha estado medio siglo sometido a la influencia rusa, entonces soviética, y el propio Orbán fue detenido por el régimen comunista prorruso en su día.

«No es sólo un malentendido, es una mentira«, ha respondido el líder húngaro, con brutal franqueza, a la primera pregunta de Carlson sobre la opinión dominante en los medios occidentales según la cual Ucrania está ganando la guerra.

Orbán cree que Estados Unidos está entendiendo equivocadamente la situación, lo que no le extraña porque “entender a los rusos es difícil, sobre todo si tienes un océano entre tu país y Rusia». La diferencia de mentalidad, afirma, es que en Occidente el centro es la libertad personal, mientras que en Rusia la obsesión es cómo mantener unido un país tan enorme, el más grande del planeta, y, por tanto, una preocupación prioritaria por la seguridad. «No malinterpreten a los rusos. No se van a cansar de Putin y echarlo, vamos, es una broma«, asegura.

Orbán sabe que su postura es ferozmente criticada por sus socios europeos tanto como por el coloso americano, y ya está hecho a las acusaciones de «fascista» y de «títere de Putin». Y entiende que no es cosa fácil estar en el punto de mira de Washington. “Es peligroso, en la política internacional, cuando no le gustas a la Administración americana o te considera un enemigo o un retrógrado”, confiesa bromeando: «No soy el político favorito de los progresistas, pero nadie es perfecto«.

A Orbán, la estrategia de la OTAN en este conflicto le parece fatalmente errónea y debe desecharse cuanto antes porque «no podemos ganar, no vamos a matar a su líder, nunca se van a rendir, invertirán más. Y lo que al final cuenta son los soldados que tienes en el terreno, y los rusos son mucho más fuertes«.

¿La solución? Orbán lo tiene claro: «Llamen a Trump de nuevo. Es la única salida«. Y lo desarrolla: «Se le puede criticar por muchas cosas, entiendo el debate. Pero la suya fue la mejor política exterior americana de las últimas décadas. No empezó ninguna nueva guerra. Trató muy bien a los norcoreanos y a Rusia, incluso a los chinos. Aplicó la mejor política para Oriente Medio, los Acuerdos Abraham».

Lo curioso, incide el húngaro, es que se le criticaba por no tener ni idea de política exterior y «no era el caso». «Los hechos mandan, y su política exterior fue la mejor para el mundo en las últimas décadas. Y si hubiera sido el presidente en el momento en que comenzó la invasión rusa, no, no sería posible que los rusos hubieran actuado así. Así que Trump es el hombre adecuado para salvar al mundo y probablemente también a los seres humanos en el mundo», ha afirmado.

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