Las autoridades se esfuerzan en hacer creer que la normalidad ha regresado a las ciudades europeas, pero la realidad se impone al argumentario político.
Escándalo en el Reino Unido tras salir a la luz que una joven de 17 años fue agredida sexualmente por tres hombres diferentes en el plazo de una hora. Según el informe de la policía británica, la víctima volvía a casa, después de pasar una noche con sus amigos al este de Londres el mes pasado, cuando fue abordada por los agresores.
Según The Guardian, la joven fue atacada por tres hombres diferentes entre las 11.55 pm del viernes 29 de septiembre hasta las 00.55 am del sábado 30 por tres hombres diferentes, el último de los cuales formaba parte de un grupo más numeroso.
La policía metropolitana ha logrado recuperar las imágenes de dos de los agresores y el objetivo ahora es reconstruir los pasos de la víctima hasta el lugar de los hechos. Las autoridades han expresado su «conmoción» ante lo sucedido y han agradecido a numerosos ciudadanos que se acercaron a auxiliar a la joven su «ayuda y humanidad».
«Creemos que dos de las tres agresiones fueron realmente graves y estamos decididos a atrapar a los responsables de estos crímenes. Cualquier persona que tenga información sobre lo ocurrido debe ponerse en contacto con nosotros de urgencia», sostuvo el portavoz.
Las imágenes difundidas por la policía muestran el drama vivido por la joven, que trata sin suerte de zafarse de sus tres agresores hasta que finalmente entró en shock. Las autoridades no descartan que alguno de los violadores utilizara estupefacientes para inmovilizarla.
El verdadero Londres
Londres se ha convertido en una de las ciudades más multiculturales de Europa y la población musulmana ha creado auténticos guetos en barrios como Newham y Tower Hamlets, donde el verdadero poder está en manos del consejo de la Sharia Islámica de Leyton. El este de la capital británica se ha transformado en una suerte de califato que tiene sus propias leyes, sus propias escuelas, sus propios líderes y sus propios templos. Todos ellos, vinculados o controlados por grupos radicales como el Islamic Forum of Europe (IFE). Creada por Jamaat-e-Islami Chowdhury Mueen-Uddin, condenado a muerte en noviembre de 2013 por el Tribunal de Crímenes de Guerra de Bangladés, la organización extremista tiene un objetivo: imponer un ‘califato’ en Europa.
Allí los más jóvenes pueden vivir sin hablar inglés y sin relacionarse con personas que no sean musulmanas. Esas calles crean el caldo de cultivo ideal para los radicales, para que los imanes hagan el trabajo sucio a los terroristas en las mezquitas, desde donde se organizan recolectas de dinero para financiar la yihad. Las escuelas coránicas sirven para adoctrinar a los más pequeños, todo ello financiado por el contribuyente británico.
‘La sharia se impondrá’
Abu Rumaysah es uno de los predicadores más enérgicos de Reino Unido. Cuenta con una legión de seguidores en Londres, donde se crió en un ambiente occidental hasta que a los 19 años se convirtió al Islam, y ha dedicado los últimos 10 años a adoctrinar a los más jóvenes en una de sus versiones más radicales.
“La bandera negra del Islam y del Estado Islámico se verá pronto en todas partes”, ha asegurado Rumaysah. Desde el garaje donde realiza los encuentros con el resto de radicales y ante la impunidad de las autoridades, el predicador no esconde su pasión por los discursos de Omar Bakri Mohammed: “Nos pidió que colocáramos la bandera en lo alto de Downing Street y algún día lo haremos”.
Rumaysah ha señalado que los musulmanes “están avanzando” en Reino Unido y cuentan con más presencia en las instituciones públicas: “No creo en la soberanía de la Reina, ni en que la autoridad esté en manos de otras personas que no sean musulmanes”.
“La gente de Reino Unido está viviendo en la ignorancia, su país está en guerra y si siguen quedándose callados, eso no les va a ayudar”, ha mantenido Rumaysah.