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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El ‘trumpismo’ estalla contra Trump por su ‘traición’ sobre los inmigrantes ilegales

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump

«¿Realmente quiere alguien echar a jóvenes buenos, bien formados y exitosos que tienen empleo, algunos sirviendo en el Ejército? ¡De verdad!»

Con este tuit confirmaba Donald Trump la noticia que el núcleo duro de sus seguidores se negaba a creer hasta el último momento: su presidente, que tantas promesas ha traicionado u olvidado en estos diez primeros meses de mandato, se deshacía del modo más cínico de su compromiso central -detener y revertir la inmigración ilegal-, negociando con los demócratas una amnistía para los beneficiarios del programa DACA.

DACA, como ya hemos contado, fue un programa aprobado por Obama por orden ejecutiva -sin pasar por el Congreso- por el que se eximía ‘temporalmente’ de deportación y se concedía acceso a determinados servicios sociales a ilegales que habían entrado en el país con sus padres.

A principios de mes, Trump dio a los suyos una alegría al anunciar la rescisión del programa… solo para animar a los legisladores a restaurarlo en las cámaras y, ahora, negociar una amnistía para quienes entraron de forma ilegal en Estados Unidos con sus padres (no siempre menores de edad; la edad media de los beneficiarios del programa hoy es de 25 años).

Y al tuit ya citado seguía inmediatamente este otro: «… Llevan en nuestro país muchos años sin que sea culpa suya, traídos por sus padres cuando eran jóvenes. Además, GRAN seguridad en la frontera».

No hay que decir que, en su día, Trump criticó acerbamente la medida de Obama y que hizo de su rescisión una de las más aplaudidas promesas de campaña.

El núcleo duro del trumpismo lleva meses poseído por el Síndrome de la Mujer Maltratada, ya saben: «Él no es así, de verdad; no sé qué le ha pasado, seguramente está pasando un mal momento, pero yo sé que él me quiere…». Las infidelidades empezaron desde el mismo principio, llenando su gabinete de ex directivos de Goldman Sachs y ‘halcones’ neoconservadores y dejando siempre para mañana el proyecto que había capturado la imaginación de sus votantes, el Muro con México.

Steve Bannon, quien fuera su ideólogo de cabecera en el primer gabinete, lo anunció al ser despedido de la Casa Blanca: «La presidencia por la que tanto hemos luchado y que logramos está acabada».

Pero para su base es difícil romper con Trump, nosotros podemos entenderlo porque hemos estado siguiéndole muy de cerca desde el pistoletazo de salida de las primarias republicanas, cuando se le consideraba el alivio cómico de la carrera. Cada decepción que provocaba entre los suyos era seguida milagrosamente por algo -normalmente, un fallido ataque de los medios contra él- que le devolvía la simpatía de los suyos.

Pero esta es la gota que colma el vaso, es una traición sobre el asunto que atrajo a tantos desesperados de la sordera de sus políticos, y no es arriesgado decir que el divorcio se ha consumado, al menos con una parte esencial de sus primeros y más leales apoyos.

El muro

Queda el muro, del que ha hablado Trump también en Twitter asegurando que ya se ha empezado a construir… Pero mejor que no lo hubiera hecho, porque se ha referido a él como «una renovación de viejas vallas ya existentes». Que para los trumpistas de primera hora ha sonado como si piden un ‘beuf Strogonoff’ y al cabo de una larga espera les dicen que la pizza recalentada está al caer.

Ann Coulter, la gurú mediática conservadora que provocó en su día la hilaridad de sus colegas apostando desde el principio por Trump y que ha sido su mejor ‘cheerleader’, ha estallado en Twitter y en su columna sindicada.

Tras asegurar que Trump «está muerto», pregunta irónicamente: «En este punto, ¿quién NO quiere que Trump sea cesado (impeached)?».

Coulter ya había empezado a desesperar a medida que el presidente dejaba de mencionar el asunto de la inmigración e insistía en la de empleos que se estaban creando y en lo bien que les iba a las empresas americanas. Con el anuncio del recorte de impuestos, Coulter recordó que esa política era exactamente la propia de cualquier candidato republicano, y que nadie le había votado esperando eso.

Breitbart, el servicio de noticias de Bannon que mereció el título de «la CNN de Trump», abría con un «Trump se rinde con el DACA, quiere una «rápida» amnistía para 800.000 inmigrantes ilegales».

Donald, si te tienen secuestrado, levanta las cejas y haz como que te rascas la nariz.

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