«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
La Gaceta de la Iberosfera
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Marcial Cuquerella (Cartagena, 1977). Ingeniero Industrial e Ingeniero Informático. Hermano, hijo, nieto y bisnieto de marino. Vinculado toda su carrera al mundo de los medios, fue director de Intereconomía de 2005 hasta 2014. Hoy inversor en empresas de tecnología y asesor estratégico en compañías de comunicación.
Marcial Cuquerella (Cartagena, 1977). Ingeniero Industrial e Ingeniero Informático. Hermano, hijo, nieto y bisnieto de marino. Vinculado toda su carrera al mundo de los medios, fue director de Intereconomía de 2005 hasta 2014. Hoy inversor en empresas de tecnología y asesor estratégico en compañías de comunicación.

Don’t meet your Heroes

13 de octubre de 2020
Hay una conocida máxima en inglés que encierra una gran sabiduría: “Don’t meet your heroes”. Este consejo ofrece una mirada cínica a la naturaleza humana, y asume que los estándares superiores que uno asigna a su héroe, a su persona admirada, son fruto de nuestra imaginación, o de una cuidada puesta en escena, subproducto del márketing y que, tan pronto como nos enfrentemos a su realidad en carne mortal, se nos caerán los mitos y perderemos todo aprecio por las virtudes que nosotros, inocentes y sedientos de ejemplo, proyectábamos en esa persona.

Debo decir con pena que durante mucho tiempo lo creí a pies juntillas. Futbolistas de la adolescencia que se bebían hasta la humedad ambiente los fines de semana y hoy parece que se han comido a sí mismos, profesores en la universidad que resultaron ser unos vagos redomados, políticos cobardes o traidores…, inseguridades, el mundo, la carne y el padre Smith… y precisamente por eso llegué a tener pocos héroes en mi vida. Esos pocos que tengo son ya, o bien ficticios, o bien históricos. Reconozcamos que, mal que bien, es muy complicado que los muertos le fallen a uno.

Pero una vez tuve la suerte de encontrar la excepción a la regla. Había quedado con un deportista conocido que estaba montando una fundación relacionada con su marca personal. La idea era aprovechar el tirón de su nombre para establecer un método de aprendizaje y formación a jóvenes. Me hacía ilusión conocerle porque, qué diablos, era un héroe para mi. El día antes, por la tarde, recibimos una llamada de su asistente que nos informaba de que esta persona no iba a poder acudir a la reunión por culpa de una gripe fuerte. Obviamente reagendamos y le recomendé cama, calor y medicamentos. “No, no” me dijo su asistente “al revés, es precisamente cuando le pasan estas cosas cuando él aprovecha para entrenar, así que mañana estará todo el día en la cancha”. El día que nos encontramos le pregunté el motivo de por qué cuando estaba enfermo era cuando más entrenaba. “Porque es el único momento en el que puedo replicar con exactitud las condiciones de estrés, presión, dolor y agotamiento físico en las que juego una final”. Y con esa respuesta me dio la más sencilla explicación de por qué Rafa Nadal es el mejor deportista de todos los tiempos.

Necesitamos héroes, hoy más que nunca, que nos muestren el camino de la virtud. Necesitamos esos espejos en los que mirarnos y a los que poder copiar. Los héroes existen, nos rodean, interactúan con nosotros, pueden ser tu madre que sacó adelante a cinco niños, tu abuelo que desembarcó en Normandía o el protagonista de la última novela de abogados que has leído. Tú mismo puedes ser el héroe de alguien. Necesitamos, especialmente ahora, referentes de la virtud que nos saquen de este pozo de desesperanza y de cinismo en el que nos han metido tantas personas mediocres. “Meet your heroes”, conoce a tus héroes, identifica sus costumbres y sus valores, y aplícalos a tu vida, aprende de su forma de enfrentarse a las crisis, de su forma de entrenar, de su forma de vivir. Conoce a tus héroes, y tus héroes te harán héroe. Especialmente si son como los míos, especialmente si son como Don Rafael Nadal Parera.

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