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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Envejecimiento de la tropa en el ET

17 de agosto de 2014

Los viejos (o talluditos) del lugar posiblemente recuerden que hace años se hablaba con frecuencia de lo mayores que eran los Mandos en el Ejército de Tierra (ET). Se referían, naturalmente, a los Cuadros de Mando de Oficiales y Suboficiales. Los ascensos por escalafón eran muy lentos como consecuencia, sobre todo, de la saturación de las diferentes Escalas y, dentro de ellas, de los diferentes Empleos.

De ahí que un Teniente de Infantería, por ejemplo, tardara hasta 14 años en ascender a Capitán cuando había cumplido ya 38 años de edad. Y así hasta llegar al empleo de Coronel, en donde las edades podían oscilar entre los 58 y 64 años para alcanzarlo. Era un problema de envejecimiento de los Cuadros de Mando de los Ejércitos de difícil solución. Por el contrario, la Tropa de Reemplazo –con el Servicio Militar Obligatorio- era joven y en plenitud de facultades físicas. Incluso la Tropa voluntaria que nutría las Unidades Especiales –Legión, Paracaidista y Operaciones Especiales- eran hombres también jóvenes procedentes en su mayoría del Reemplazo. Los más veteranos solían licenciarse antes de cumplir con las edades límite reglamentarias.

Hacia la mitad de la década de los años sesenta del siglo pasado, el envejecimiento de los Cuadros de Mando fue reduciéndose paulatinamente cuando iban pasando a retirados gran cantidad de ellos, por edad, mientras que se redujo considerablemente el número de plazas para el ingreso en las Academias Militares –por medio de una durísima oposición de los aspirantes a las mismas- con lo que las Escalas fueron reduciéndose y los ascensos acelerándose de forma moderada.

Hoy parece como si la situación en el Ejército de Tierra, en concreto, se hubiera invertido. Es decir, que mientras los Cuadros de Mando acceden a sus empleos en edad prácticamente igual a la de los Ejércitos europeos, los miembros de la Tropa del Ejército están comenzando a envejecer. Ya escribí en algún artículo anterior que la legislación surgida del Ministerio de Defensa –especialmente durante los siete años de régimen de Rodríguez Zapatero- ha sido una de las más controvertidas y más denunciadas por los propios militares. Es, por tanto, una legislación que debiera haber sido revisada de arriba abajo, perfeccionada o anulada por el Partido Popular desde que el 1 de enero del año 2012 estuvo ya en disposición de haberlo hecho. Y no voy a remontarme a los pactos del “Majestic” de 1996, cuando el honorabilísimo Jorge Pujol exigió al jefe del gobierno de España que el Servicio Militar Obligatorio fuera derogado si es que deseaba gobernar nuestro país. ¿¡Cómo no iba a aprovechar la ocasión este gran hombre nacionalseparatista y honradísimo ciudadano, para lograr que ningún catalán sirviera a su país!? Pues claro que lo logró.

Pero volvamos al envejecimiento de la Tropa en el Ejército de Tierra. El estudio realizado por el Mando de Doctrina sobre este asunto y publicado en el mes de junio pasado, titulado “Análisis del proceso de reclutamiento y permanencia en el ET-2013. Tendencias para el 2014”, documento que forma parte del seguimiento anual del reclutamiento y retención de la Tropa Profesional cuya primera edición se publicó en el año 2001, tiene el valor de su seriedad y profesionalidad, además de la experiencia acumulada desde aquel año cuando, a partir del 2002, el Servicio Militar Obligatorio quedó en suspenso.

En primer lugar, en dicho documento se dice sin tapujos ni circunloquios –como es habitual en el lenguaje militar- que “el modelo de profesionalización establecido por la Ley 08/2006” de Tropa y Marinería, previsto para una Fuerza de 60.000 soldados con un 20% de Tropa permanente, asumía un considerable envejecimiento de la Tropa respecto a las situaciones anteriores”. ¿Quién gobernaba España (es un decir), en el año 2006? ¿Y quién era “legislator” principal en el Ministerio de Defensa sino un exmilitar con nula formación sobre legislación militar y limitados conocimientos sobre la estructura de los Ejércitos?

Durante el año 2013 sólo fueron convocadas 1.200 plazas de Tropa Profesional para el ET (100 mensuales). Desde el año 2009 hemos pasado de un Ejército de 60.000 profesionales a otro de 53.000 al finalizar el pasado año. El Ministerio convocó 1.500 plazas para los tres Ejércitos. Para cubrirlas se presentaron 42.400 solicitudes (más de 28 candidatos por plaza). Cifra muy superior a los candidatos de la década anterior, cuando su número “apena garantizaba el sostenimiento del sistema”. ¿Qué ha sucedido como consecuencia de la gravísima crisis iniciada en el año 2007 agravada por las políticas socialistas a partir del año 2008?

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