«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Periodista. Miembro del Parlamento Europeo con VOX. Vicepresidente del grupo del Europarlamento Patriots for Europe
Periodista. Miembro del Parlamento Europeo con VOX. Vicepresidente del grupo del Europarlamento Patriots for Europe

FAES se avergüenza del PP

4 de octubre de 2024

El expresidente José María Aznar es demasiado inteligente para escribir esa ñoñez que circula por ahí en las redes firmada por FAES para mostrar, más que enfado, ira porque están quedando muy en evidencia ciertos patrones de conducta en el PP actual que yo señalo, lamento, desprecio y denuncio.

Esta tontuna de libelo de colegio mayor la perpetró otro. Con manifiesta deficiencia en comprensión lectora. Nadie acusa a Aznar de connivencia con ETABildu. Para nada. Simplemente se pone en evidencia la palmaria y obscena realidad de la connivencia, llámenlo complicidad, de miembros de su partido con la izquierda, ultraizquierda y filoterroristas en el Parlamento Europeo para hacer daño a VOX y arrebatar sus derechos a los decenas de millones de votantes del grupo Patriotas.

Esa connivencia, complicidad en el éxito, la vimos en Javier Zarzalejos, ese prosista, en cálido estrechamiento de manos en saludo de satisfacción cooperante con el etarra Pernando Barrena cuando juntos colocaron a un ultraizquierdista antisemita y rabioso activista proHamás e Hezbolá en la vicepresidencia de la Comisión de Libertades para arrebatársela al legítimo candidato de Patriotas.

Connivencia, complicidad en el éxito de hacer daño a VOX es lo que hemos vuelto a ver entre Esteban González Pons y el citado Pernando Barrena, mientras juntos impedían que las candidaturas de Patriotas ocuparan los puestos que según la ley D’Hondt les corresponden. El tal Barrena, miembro de ETA y condenado por ello, por ser parte de la banda de aquellos asesinos de cerca de mil españoles, entre ellos aquel Miguel Ángel Blanco, un concejal del PP. ¿Se acuerdan?

Por lo demás, es muy legítimo que Aznar vaya a Salvados, el programa del amigo de Arnaldo Otegui, agitador golpista del separatismo catalán y propagandista del narcosocialismo Foro de Sao Paulo y Grupo de Puebla que es Jordi Évole.

Al fin y al cabo, esa cadena la salvó de la quiebra el Gobierno del PP de su sucesor designado, Mariano Rajoy, para mayor gloria de los enemigos de la Monarquía, odiadores de España y gran instrumento de Pedro Sánchez.

Igual de legítimo es que a Aznar le guste más el corrupto Joe Biden y la izquierdista Kamala Harris que Donald Trump, quien reconozcamos que no es del gusto de todos.

También le gusta más a Zarzalejos la banda comunista, totalitaria, furiosamente antisemita y proHamás de The Left, a quien ayudó a tener la vicepresidencia de la comisión que él preside, que Patriotas y VOX, partido al que arrebató dicha vicepresidencia. A VOX, ese partido en el que militan muchos antiguos miembros del PP a los que no gusta ni imitar a los socialistas, defender leyes ideológicas socialistas ni compadrear con comunistas, antisemitas, filoterroristas o terroristas en excedencia.

Y desde luego a González Pons le gustan todos —de cualquier parte— más que VOX. Sean socialistas, verdes o etarras. Sean totalitarios españoles como el etarra o chinos. Incluido, por supuesto, el Partido Comunista Chino, que no sabemos si ya le habrá condecorado por su incansable y probablemente impagable labor de propaganda en favor de Huawei.

Las únicas palabras de este hombre que no suenan a huecas son las que lanza con fervor y convicción a favor de Huawei y en contra de la lucha de EEUU contra esta compañía, que es el principal instrumento de espionaje del brutal régimen chino en su guerra por subvertir, controlar y someter a las sociedades occidentales. Huawei, ese coloso chino, ha dejado la defensa de sus intereses en Europa a la «Consultoría de Asuntos Públicos» en la que trabaja el hijo de este personaje, Esteban González Guitart, quien a sus tiernos 25 años había logrado la gesta de ser nombrado representante en España nada menos que de Gazprom, el gigante del gas ruso que, bajo mando del excanciller socialista alemán Gerhard Schröder, fue el principal de los largos brazos de Putin para corromper a media Europa y tres cuartos de Alemania. Cuando se habla de putinejos, miren hacia Alemania y Gaszprom.

La agencia Acento, dirigida por el exministro socialista Pepiño Blanco y el exministro popular Alfonso Alonso es la quintaesencia del consenso bipartidista que hace caja ofreciendo «contactos» e «información» con los diversos gobiernos nacional, regionales y locales sin que importe que gobierne PP o PSOE. Allí gobiernan ambos y tienen las teclas de todos.

En fin, que yo le tengo mucho más aprecio a José María Aznar del que supone el torpe amanuense de FAES y, por supuesto, mucho más que a la tropa que hoy dirige un partido tembloroso, acomplejado ante la izquierda e ideológicamente inane. No confundo el comprensible antitrumpismo de Aznar, por chocante que sea su inclinación hacia sujetos como Biden y Harris, con el repugnante travestismo que practican destacados miembros de la dirección de su partido en su afán por destruir a quienes amenazan con acabar con su gran estafa política que dura ya demasiado en toda Europa y que en muchos países ya se está acabando. De ahí los nervios.

Sabemos de su pánico ante una Europa harta de las componendas de unas fuerzas que se dicen centroderecha y que sólo son conservadoras al pedir el voto para después hacer seguidismo incondicional de una izquierda cada día más totalitaria, irracional y destructiva.

Ese travestismo les lleva a una connivencia que no es ya la muy condenable con Sánchez y su PSOE, con los que en Bruselas siempre imponen juntos y en armonía una política suicida y fracasada mientras en España simulan batallitas entre ellos. La que denunciamos con esta imagen repugnante de confidencias en Bruselas es aun más escandalosa si cabe, porque es la connivencia con la ultraizquierda criminal, con el partido de los asesinos de cerca de novecientos españoles.

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