«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Biografía

Fainé pide pacto

3 de febrero de 2014

Este mes de enero está siendo muy importante para España. No solo la recuperación económica ya comienza a sentirse a nivel macroeconómico, también los datos de producción industrial son alentadores: la exportación, la internacionalización y la financiación en algunos sectores comienzan a ser algo más que supuestos brotes verdes.

Una vez que parece que la situación macroeconómica está encauzada, aún falta el enorme problema de la reducción de la Administración Pública, la reforma fiscal y la creación de empleo. Cuestiones que el Gobierno se prepara para atender de cara al resto de legislatura.

Junto a ellas, Mariano Rajoy encara el año “decisivo” para Cataluña. En los últimos días hemos conocido cómo el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha explicado a las agencias de rating que Cataluña no se independizará de España; el propio presidente Rajoy lleva desde su viaje a Washington insistiendo en la misma idea “Mientras yo sea presidente, Cataluña no será independiente”.

En aquel viaje a la Casa Blanca acompañaron al presidente una delegación de empresarios –del Comité para la Competitividad- en su gran mayoría de origen catalán: Isidro FainéAntonio BrufauReynés y el propio presidente de la Patronal catalana, Rosell. Es cierto que estuvieron junto a Galán,Entrecanales Javier Monzón, pero los empresarios catalanes fueron especialmente activos en la transmisión de una “idea-fuerza”: la búsqueda del “Pacto”.

La misma idea que el presidente de La Caixa transmitía en la presentación de los resultados de la entidad financiera la semana pasada: hay que hablar,España y Cataluña están mejor unidas y tienen que buscar la fórmula para llegar a acuerdos. Quien veía en los empresarios catalanes cierta “indefinición”, ya no puede decir lo mismo. Los empresarios están empezando a hablar con todos aquellos que les quieran escuchar.

Para las grandes multinacionales españolas con sede en Cataluña – qué decir de La Caixa- la ruptura de España y Cataluña supone mucho. Ha quedado claro que Cataluña no estaría en la Unión Europea, que no podría tener el euro como moneda propia y que el empobrecimiento sería sustancial. España también perdería una parte sustancial no solo del PIB, sino del talento y de la capacidad de crear que la iniciativa privada catalana ha demostrado durante años. Pero la cuestión es: llegados a este punto, ¿qué tipo de acuerdo se puede alcanzar?

Artur Mas se juega su prestigio, su carrera política, y su paso a la Historia con el famoso referéndum. ¿Un cambio en la política fiscal, con un techo de gasto de “solidaridad” entre regiones sería suficiente a éstas alturas para que el presidente catalán diera marcha atrás en su órdago soberanista?. Cataluña aspira a una financiación como disfrutan el País Vasco y Navarra, pero ¿puede el Gobierno de Mariano Rajoy ofrecer esas condiciones a una región que objetivamente es una parte fundamental del entramado económico de España y de su financiación?.

Quedan ocho meses para el próximo 11 de septiembre. Antes, unas elecciones europeas, y el verano… Para algunos, es aún tiempo suficiente para negociar un pacto. Para otros, da igual el tiempo porque la decisión es previa: quieren el derecho a decidir. Sólo queda saber si queda margen de maniobra, más allá de decir que hay que pactar, y si las condiciones económicas del conjunto de España pueden aguantar un nuevo cupo vasco para una comunidad autónoma de seis millones de habitantes. El reloj ha comenzado.

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