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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El Homosexualismo en la Nueva Película de Disney

11 de abril de 2017

El totalitarismo más peligroso de los tiempos que corren es la ideología de género. Feminismo, aborto, homosexualismo, transexualismo, bestialismo, todo está a la orden del día para la nueva ideología con la que quieren suplantar la identidad más profundamente humana.

 

La nueva película de Disney

La Bella y la Bestia es un clásico de los cuentos y del cine, por todos conocido. No obstante la ideología de género ya atacó este canal de comunicación entre el pasado remoto y las nuevas generaciones.

Cada cuento y fábula se usa en la sociedad para educar a los pequeños y para no dejar olvidar a los grandes. El trasfondo de los cuentos clásicos era dejar una moraleja, una enseñanza, una referencia moral. Los niños se levantaban leyendo y escuchando historias que les leían sus padres al acostarse, asumiendo dentro de su carácter los parámetros del bien y del mal que allí se esgrimían, asimilando un modo de comportamiento guiado por los héroes que consultaban.

La Bella y la Bestia era solamente un cuento más dentro de los muchos que cautivaban la imaginación de los niños. El trasfondo es que lo material desvía la vista de lo real, pues la realidad tiene un aspecto invisible que el materialista no puede captar. Debajo de un rostro agresivo y rudo puede yacer una persona dulce, buena y justa. La nobleza de corazón de la Bestia estaba oculta bajo un aspecto de terrorífica apariencia.

Pero las apariencias engañan y hay que saber leer más allá de la impresión a primera vista. Bella es una joven y guapa aldeana de mirada limpia que supo conocer el alma del monstruo que a otros aterrorizaba. Solo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos.

Sin embargo esta sabiduría que los ancianos comunicaban a los niños, mediante el uso de cuentos, no podía dejarse quieta. También habría de ser víctima de la totalitaria ideología de género, y en concreto del lobby LGTBI, que como una plaga va devorando todos los aspectos de la vida humana. La nueva película La Bella y la Bestia acaba de ser llevada a las pantallas con una novedad implantada: el primer mensaje claramente, explícitamente e intencionadamente homosexual de una película de Disney para niños.

 

No es el primer ataque de la ideología de género a la infancia

Claro que no lo es. Los cuentos ancestrales llevan siendo objeto de ataque desde hace décadas. Historias como La Cenicienta o Blancanieves han sido defenestradas por la literatura feminista, según la cual esos cuentos condicionan a los niños para el machismo. Cualquier representación de la mujer como un ser dulce, suave, aparentemente débil, que tenga que ser salvada por un príncipe azul varón, es para los feministas el símbolo de la opresión de los machistas. Es todo parte de una conspiración ancestral para la dominación de un sexo a otro, educando a las niñas a ser dependientes de los varones.

El feminismo, en cambio, es la revolución de un sexo contra otro, es la sublevación de la clase oprimida, las mujeres, contra sus verdugos, los varones. Cualquier parecido con el marxismo es “mera coincidencia”, digo irónicamente. El feminismo no puede soportar ninguna forma de, llamémoslo, “feminidad”. Todo lo que les recuerde a lo típicamente femenino ha de ser destruido y ha de implantarse la llamada “autonomía de la mujer”, su independencia radical y, en el fondo, su confrontación con el varón. Igual que el marxismo necesita enfrentar a la clase obrera contra la burguesa, el feminismo necesita enfrentar a la mujer contra el varón. Como todas estas ideologías totalitarias, el feminismo trata de conflicto y violencia, en sí mismo, y lo lleva en su más intrínseca naturaleza.

En la biblioteca municipal de mi pueblo, donde vivo, el lobby feminista ha llenado la sala de lectura de niños de su literatura y de su cartelería y propaganda contra los cuentos de La Cenicienta, Blancanieves y otros, animando a los niños a sublevarse contra estas narrativas “machistas”, como las llaman. En sustitución a los cuentos ancestrales han llenado la sección de “Libros Infantiles” de las bibliotecas estatales con su literatura, con sus propios cuentos redactados intencionadamente para lavarle el cerebro a los niños con su doctrina nefasta y venenosa.

Horror me ha causado echarle un vistazo a esta sección literaria y abrir esas páginas. Bien le he explicado a mis hijos, recorriendo esas estanterías, enseñándoles los dibujos y las palabras de esas narrativas, cómo todo ello es parte de la ingeniería social de los bien financiados lobbies feministas, y cómo mis hijos han de tener CRITERIO, que es el filtro mental donde se distingue el bien del mal, la verdad de la mentira. Los educo para que tengan criterio propio, pensamiento crítico, para que no se dejen lavar el cerebro por los nuevos talibanes occidentales del siglo XXI.

Ni qué decir de esa reciente película “Maléfica”, tan vista por millones y millones de niños alrededor del globo, protagonizada por Angelina Jolie. Cuántas madres vi entrar al cine emocionadas con sus criaturas, pensando con buena intención y alta ingenuidad que estaban haciéndole un bien a sus hijos, que era un ocio sano, que se estaban divirtiendo en familia, que eran madres responsables porque a sus niños los llevaban a películas “pensadas para niños” y cumpliendo cabalmente con su “clasificación para todos los públicos”. Cuando es una de las películas con peor mensaje que haya visto yo nunca.

“Maléfica” fue la intención de quien creó esa basura de largometraje. Maléfico es que se le implante a las niñas del mundo en su cerebro el mensaje de que no hay ningún príncipe azul que las pueda cuidar, respetar y amar. Maléfico es hacerle creer a todos que el único amor válido es el de la madre al hijo, el maternal, pero el esponsal o conyugal no puede existir. Maléfico es destruir la esperanza en los niños de que puede existir el amor verdadero entre varón y mujer.

Tan maléficos son los mensajes de la mayoría de las llamadas “películas infantiles” de hoy en día, que jamás invierto mi dinero en la taquilla de ningún cine en llevar a mis hijos a las que supuestamente son películas para niños. Cuando lo hago, los llevo a ver directamente “películas de adultos”, de las cuales tengo la total seguridad que las peores de ellas son siempre más sanas y menos destructivas que las que supuestamente están “hechas para los niños”. Y las pocas veces que les enseño una “película infantil” es cuando algunos sábados por la tarde nos sentamos delante del ordenador portátil (afortunadamente no existe aparato de televisión en nuestra casa) y les enseño alguna película de Disney pero para educarles la mente, construirles criterio y enseñarles a no tragar entero la basura con la que el Sistema contamina a la humanidad desde su más tierna infancia.

 

El mensaje de la nueva película La Bella y la Bestia

Son tres los momentos de claro mensaje homosexual. El primero cuando se explicita el enamoramiento homosexual, que no admiración varonil, que tiene el amanerado y afeminado Lefou por Gastón. El segundo cuando Stanley es travestido y hace cara de felicidad por encontrarse realizado como mujer, mientras el armario canta “precioso, corre, sé libre, sé libre, sé libre”. El tercero cuando en el baile final los dos personajes homosexuales, Lefou y Stanley, terminan encontrándose y bailando juntos como si fueran varón y mujer. Hay más guiños homosexuales pero son menos explícitos.

Mas todo esto no es análisis sujeto a interpretación. El mismo director de la película, Bill Condon, conocido homosexualista y activista LGTBI, afirmó que “era algo bueno tener un tiempo exclusivamente gay en una película de Disney“. El actor de Stanley también dijo en entrevista “no deja de ser una película familiar pero… aún así hemos querido poner un mensaje para los niños”, tras picar el ojo afeminadamente cuando habla de su amante homosexual Lefou. La cosa está clara. No hay nadie ni nada que se esconda.

 

El mensaje del lobby homosexual

Los adalides de la ideología de género han querido enviar un mensaje a los niños y a la sociedad.

A los niños el mensaje es el mismo que ahora se da en Europa y en varios países de América de un modo obligatorio en las escuelas, en los manuales y textos escolares: “el homosexualismo es una opción completamente válida y te animamos a probarlo”. El mensaje a la sociedad adulta es el mismo pero tiene un matiz distinto: “esta tendencia es imparable y no hay nada que podáis hacer para evitarlo, pues hasta en las películas de niños impartimos nuestra doctrina ya de manera explícita y no pasa nada: nosotros hemos vencido”.

Dado el carácter de la situación real actual, debemos preguntarnos: ¿a donde el poderoso lobby LGTBI conduce a la sociedad, mediante la ingeniería social, es hacia la Bella o hacia la Bestia?

 

 

POL VICTORIA

Director de www.educacioneconomica.com

Economista de la Escuela Austriaca

Analista de Geopolítica

Empresario

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