Artur Mas sabe que la independencia no sería buena para Cataluña, y que será rechazada en el próximo referendum (y en los que haga en el futuro) de la misma forma que lo rechazó Escocia y Quebeck, teniendo estas regiones una industria superior a la catalana. El interés que tiene Artur Mas por la separación de España es un asunto personal al que se ha sumado la minoría (cada vez menor) de unos descerebrados adoctrinados. Mas pertenece al Clan Pujol, formado, además de esa ambiciosa familia, por empresas afines a los atropellos cometidos por todos ellos durante años. Él sabe que Cataluña separada de España, no tiene futuro, pero a él sólo le preocupa su propio futuro y el del Clan mencionado; entre otras “presuntas” irregularidades, lo señalan por evasión fiscal, fraude, desobediencia grave, prevaricación, malversación, usurpación de función, etc., el Fiscal General del Estado ordenó el embargo de 15 sedes de Convergencia y Unión de Artur Mas para cubrir la fianza por el saqueo de comisiones millonarias del Palau de la Música. Las autoridades de Lienchstentein le han acusado de estar ligado a los negocios ilegales del Clan Pujol. Todo ello tendrá sus repercusiones si Cataluña sigue dentro de España, ya que pronto podría ser “embargado” su propio destino. Para salir airoso de lo que le espera, sólo le queda la huida hacia adelante: eludir a España y su Justicia, y seguir así controlando desde el poder y sus influencias su propia seguridad y la de “la familia”.
Aunque conoce la imposibilidad de que prospere su referéndum, ya que la mayoría sensata de los catalanes la ha rechazado en varias encuestas, se agarra como clavo ardiendo a la única ilusión que le queda de salir airoso. Pronto cancelará esa consulta al pueblo, para seguir amagando, y amenazando, en el futuro y ganar así cuanto tiempo pueda. Hasta que ya no pueda.
Se trata de su propia independencia y la de todo el Clan.
