Qué corto es el placer. Y qué largo el primer lunes de septiembre. Esperad, que voy a ser typical y me pongo de fondo September, de los Earth, Wind and Fire. Que estamos sobreactuando más que el malo de la Ópera con esto de los grandes propósitos y las buenas intenciones. Porque todos estamos de acuerdo en que el año no comienza en enero, comienza en septiembre. Y ahí estamos, intentando hacer deporte en el gimnasio con un mínimo de dignidad; intentando hacer caso a Judit Mascó con eso de las infusiones Detox. Rossi y Márquez volviendo a ser los perfectos enemigos peligrosos, ¡brillantes!; Chicote con las dietas, anoche en Antena 3, recordándonos que hemos vuelto de un lorzanismo que tira para atrás. Vuelve la gota fría en el Mediterráneo, los coleccionables, las mochilas de los críos haciéndote polvo los tobillos con esas ruedecillas y Rajoy a sus reuniones. Al G-20. No al G-10, como dijo Andrea Levy en uno de esos lapsus linguae ‘sin importancia’ de los suyos. Para qué engañarnos, os vendo mis buenos propósitos e intenciones a precio de oferta. Por suerte, tengo mis propios ases bajo la manga para sobrellevar el tormento. ¡El fútbol! El estreno, el pasado jueves, de Lopetegui fue bonito y esperanzador, pero un amago. Como cuando te hacían comenzar en el ‘cole’ un viernes para eso del reencuentro y, en realidad, era para que te acordaras de dónde leches estaba tu aula, ¡incluso el colegio! Menos mal que a algunos os llevaba el autobús. Así fue también el primer día de la Investidura de Rajoy. Qué besos y qué abrazos. Más de uno con ese I’m back, de Michael Jordan. Y más de uno, aún, con algún pegote de crema Nivea. A lo que iba, que me disperso. Lo serio de Lopetegui empezó ayer. Llámalo serio, llámalo pachanguita de la ‘urba’: Albania, Italia, Israel, Macedonia. Que no tengamos que decir luego “no ha sido una temporada fácil, dicho de otra forma, ha sido una temporada difícil” al estilo Mariano, que os estoy viendo venir. Lopetegui debería gritar, con esa alegría que le caracteriza, en la banda: “Volver a em-pe-saaaaaaar”, como Luise Reiner alzando los brazos en alto al anunciar el Oscar de José Luis Garci. O le damos pompa al asunto o con estos rivales entramos en fase REM.
A ver, que reine la moderación, que la base es la misma. Salvo algunas cosas: Asensio, Morata, Vitolo, Alcácer… En la primera parte, España sólo disparó tres veces a puerta. Así que, ese 8-0 como El Gallo “esos cojones en Despeñaperros” ergo contra Italia. Y a dejar claro que Liechtenstein era una recua que apenas daba dos pases acertados, que ni siquiera tiraba a puerta. Lo positivo: reina el buen rollo. Que Lopetegui nos ha callado la boca a todos los que dudábamos de su nombramiento. Un centro del campo magistral. Mucha presión. Un Vitolo más que solvente al que puedes poner en cualquier parte, jugando maravillosamente al fútbol, como si lo fueran a prohibir. Y, sobre todo, un grupo que deja entrever las ganas de ser grandes de nuevo. Lo negativo: el corte de pelo de Lopetegui. Respecto a Diego Costa, ayer no abrió la boca. Abandonó el aburridísimo argumento del “no me quieren” que, como dice Marhuenda, “me parece una chorrada” y sacó ese villano shakesperiano, un Macbeth o un Yago de Otelo y comprendió el sentido del esfuerzo grupal. Montar el cisco, el otro día, ante los micrófonos nos pilló desprevenidos, nos cayó con la contundencia de un botillo de El Bierzo ¿Qué necesidad hay de hacer el ridículo más espantoso como Mino Raiola definiendo a Klopp como “un pedazo de mierda” por el trato de éste a Balotelli? “Todo el mundo tiene un plan… hasta que le cae la primera hostia”, que explicó Mike Tyson al bajar del ring. Pues eso, Costa, para ser el solista de la orquesta, mejor con goles. Reapareció Morata, que con esa lesión en el muslo su presencia estaba envuelta en la bruma más espesa. Que ver el estreno de Morata en esta Selección casi era elnuevo “fue a por tabaco”. Si Asensio dijo en El Larguero que estaba “mirando” ‘Narcos: las andanzas de Pablo Escobar’ en la Tablet, no quiero imaginar qué le habrá dado tiempo a ver a Morata con el aburrimiento del reposo. Por cierto, Asensio al que ya quieren montar un nuevo Isco. Afortunadamente, no tiene nada que ver. En realidad, yo llevaría más cuidado con la novia de Asensio, que está haciendo su particular temporada blanca 2016-2017 en Instagram. Recuerdo cuando a Lena Gercke, novia de Khedira, la federación alemana le llamó la atención por su indumentaria. Perdón,por su mínima indumentaria. En los resúmenes de la jornada salía más su escotazo que los goles de la selección germana. Con las lecciones que dejó Lola Flores y qué poquito caso le hacen. A Lola no le hacía falta Instagram ni contar nada. Cuando quedaba con Biosca llegaba envuelta en pañuelo y gafas negras. Voy corriendo ahora mismo a ponerme las Ibéricas FC. Por cierto, René Ramos es de los que se hace una lista de propósitos al comenzar el año y acaba de entrar fuerte en la directiva del CD Tacón. ¿Objetivo? convertirlo en el equipo femenino del Real Madrid. La vida es eso que pasa mientras los Ramos hacen business.
