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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Los Puteros, de Carmena

27 de septiembre de 2016

Nada me sorprende ya del Ayuntamiento de Madrid, un mega complejo burocrático regulador y sancionador que convierte cualquier sencillo trámite en decenas de gestión y miles de euros de coste. Pero es importante conocer quién mueve el timón de semejante navío, porque dependerá de su lógica o de su impronta, el que la nave siga un rumbo tranquilo, o bien zozobre como si surfeara en el Cabo de Hornos.

El timón ahora lo lleva Manuela Carmena, y tenemos un Madrid vacío de inversiones pero lleno de manteros, libre para ciclistas (si quieren jugarse la vida con los socavones) pero un campo de concentración para conductores. El Madrid de Carmena quiere llenar los barrios de ocurrencias pero no los vacía de basuras.

Y la última ocurrencia es una guía para dejarle bien clarito a los periodistas cómo tienen que escribir y qué términos tienen que emplear cuando se refieran a la prostitución. Viendo como está el periodismo en España y sabiendo el concepto que tienen en Podemos de los periodistas, es normal que hagan estas guías sobre decir lo que tienes que decir. Lo que sorprende es lo que encierra el asunto, cosa que descubrimos si atendemos bien a los detalles de la guía y de la presentación que hicieron Carmen y Puri Causapié (la portavóz del PSOE).

Carmena indicó que ahora a los clientes se les llame “puteros”, y que a las prostitutas se las denomine como “mujer en situación de prostitución”, “víctima de trata” o “víctima de explotación sexual”.

Lo lamentable viene cuando Puri Causapié agarra el micrófono y dice literalmente “hay jóvenes que van a prostíbulos buscando Pokémon”, y por lo que me cuentan no olía a vino ni se acababa de levantar, por lo tanto pensó bien lo que decía. Los niños madrileños van a casas de putas a buscar pokémons sería un gran titular para cualquier ONG de ayuda a la infancia que no conociera bien la situación de Madrid, pero que hiciera caso a la portavoz del grupo que sostiene el gobierno en la capital de España. Ahí no terminó la función, aún hay más, Puri también dijo que “tengo la sensación de que a la gente le escandaliza más ver cartones en el suelo que ver a hombres buscar prostituir a las mujeres”. Carmena debía estar comiéndose las uñas pensando que le estaban quitando el papel de majadera mayor del reino.

La cuestión ideológica y su verdadera esencia comunista (la de Podemos y Carmena) aparece cuando abrimos la guía y leemos como principal mensaje de la misma “Las cosas no son como son, son como las cuentas y las cuentas como las ves”. Esto puede parecer algo banal pero no lo es, esto encierra el pensamiento podemita en todo su esplendor. Contar lo que se quiere de forma que parezca real, porque lo que de verdad ocurre no tiene importancia. Solo así se explica que hace un año Carmena dijera que en Madrid había cientos de miles de niños desnutridos y hoy no hay, que había desahucios y con ella no los habría o que impulsarían las inversiones. Visto de ese punto, es normal que la guía empiece así, dejando bien clarito al periodista que lo importante es contar las cosas como quieren que pasen y no como hayan pasado. ¡Olé!.

Al margen de cursiladas típicas de Podemos, como poner un cubo de rubik y decir “así, como se muestra en la imagen anterior, los ejes de género, clase, etnia o edad que conforman nuestra identidad, se combinan pudiendo generar ciertas oportunidades aunque a menudo producen experiencias de discriminación múltiple, que se explican a partir de la combinación de todos estos aspectos y va más allá de la suma de cada uno de ellos”. Al margen eso, la guía no dice nada sobre las mujeres que libremente ejercen el derecho a utilizar su cuerpo como estimen oportuno, o aquellas que se anuncian en la prensa a 1.000€ la noche.

Sin duda hay que combatir la trata de personas, mucho más la trata de menores. Es una lacra de nuestro mundo y es necesario acabar con las redes de explotación y regular el mercado del sexo para quienes lo quieran ejercer de forma libre. Pero considerar que la prostitución es una cosa en la que un hombre facha abusa de una pobre mujer progre explotada es como pensar que los conductores madrileños somos malos y los que van en bici, buenos.

 

Siguiendo esta línea de sainete municipal en el que nos han instalado los podemitas y el PSOE, lo mejor sería que Carmena siguiera gastándose los dineros de todos los madrileños y, además de su radio (que costará casi un millón de euros por año), hiciera una película. La película podría ser un remake de Los Bingueros, famosa película que se estrenó el año en que nací, dirigida por Mariano Ozores y clasificada en su género como “del destape”. En este caso Amadeo y Fermín podrían ser dos puteros que se van de trata de víctimas de explotación sexual y a los que la mala educación de derechas en un colegio privado les ha privado de sentimientos y gozan de la humillación y la explotación de unas pobres esclavas del siglo XXI que cobran 500€ por un rato de explotación sexual. La película, por supuesto, se llamaría “Los Puteros”, de Carmena producciones.

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