'Ser es defenderse'
Ramiro de Maeztu
La madre de Manolo Franco quiso tener a su hijo con grave riesgo de su vida
Por Mario Conde
2 de enero de 2016

Manolo Franco es amigo mio. No desde hace mucho tiempo, pero ya sumamos unos cuantos años en los que la amistad se ha intensificado con el mejor conocimiento mutuo y las horas de convivencia.

Hace unos dias alguien me llamó para darme una mala noticia: su madre habia fallecido de modo repentino. Hablé con Manolo en cuanto pude y todavía se encontraba camino del lugar del fallecimiento. Lo encontré bien, porque es hombre sereno, austero y poco dado a a las alharaca emocionales, y menos en situaciones límite en las que la serenidad y la calma son atributos imprescindibles.

Un poco después alguien me habló de un escrito de Manolo en su Facebook en homenaje a su madre. Me pidieron que lo leyera. Y lo hice. Confieso que me emocionó. Su texto habla de muchas cosas a la vez: del amor de una madre, del aborto, de la salud/enfermedad, de las prioridades vitales…

Esta mañana volví a hablar con Manolo y le pedí permiso para publicarlo aquí . Y me lo concedió. Asi que aquí dejo ese texto tal y como lo confeccionó Manolo a vuela pluma y bajo el efecto del fallecimiento de una madre que, como verá quien lo lea, es para él ciertamente muy especial

«En navidad se mandan muchas felicitaciones de todo tipo, unas divertidas, otras emocionantes… Yo he querido dedicar unos minutos a contar una historia sobre la vida.

Trata de una mujer que durante meses, y con cierta frecuencia, sufría un dolor intenso en la zona que llaman bajo vientre.
Ese dolor era intenso y agudo, y se seguía repitiendo frecuentemente, así que decidió ir al especialista, y tras los chequeos oportunos, detectaron un quiste en un ovario de unas dimensiones considerables.

El asunto pintaba mal, y se requería intervenir lo antes posible, así que le explicaron que le iban a quitar todo el aparato reproductor, ovarios, etc. porque había que extirpar ese quiste para no asumir otros riesgos que podrían ser fatales.

La mujer aceptó de muy buen grado la situación, ya que tenia tres hijos, todos pasando ya la adolescencia, y no tenia en sus planes tener más hijos, por lo que el aparato reproductor era algo que ya daba por amortizado hacia años, y máxime cuando contaba ya con 43 años. Tener hijos a esa edad no era lo mas recomendable, dicen los médicos.

Se volvió a casa, con una cita para la intervención en el hospital al cabo de unos 30-40 días, que era todo lo urgente que en ese momento se podía considerar, por lo que los dolores pasarían a tener los días contados.

Volvió al hospital un día antes de la fecha prevista para la operación, ya que el dia previo se utiliza para las pruebas de anestesia, análisis de sangre, y todo lo que implica el preoperatorio.

Todo fue normal, y todas las pruebas y análisis fueron correctas, por lo que todo estaba preparado para la operación, y enseguida llegó el día siguiente.

Una hora antes de la operación llegó el médico y le confirmó que todo estaba listo, y le explico el proceso, como se aplicaría la anestesia y todas esas cosas, y como iría el postoperatorio, aunque…. había un detalle… un pequeño detalle…
Una de las pruebas, era un test de embarazo que se hace siempre que se va a intervenir en ese tipo de operaciones… y había dado positivo!

Pero el médico dijo que la operación podía realizarse con normalidad, que lo importante en ese momento era su salud, y todo eso.

Pero ella, enseguida se dio cuenta de lo que había pasado. Le habían dicho que quitarían todo el aparato reproductor el mes anterior, y… ella y su marido no tuvieron «cuidado» en esos días, y de ahí el positivo en el test de embarazo.

Los minutos pasaban, todo estaba preparado, y ella, de repente decidió que no se operaba, que se iba a casa, que soportaría los dolores que vinieran, y aunque le advirtieron que ese quiste podía volverse maligno, se cambió y minutos mas tarde estaba de vuelta a casa, con su marido. Si había sido un error no tener cuidado, el error más grande sería someterse a la operación. Eso pensaba.
Los dolores siguieron, incluso cada vez mas intensos, y llegaron los 9 meses de proceso, tras los cuales se señaló una doble intervención. Un parto e inmediatamente la operación que había quedado pendiente.

Todo salió bien. Tuvo un hijo mas, el cuarto, con casi 19 años de diferencia con su hermana mayor, y la operación fue un éxito.
Esta historia me la contó mi madre, el día que me explicó cómo vine al mundo.

De esto hace 46 años, y ella hoy día 24 se ha ido para siempre, con 90 años.

Hasta siempre, mamá.

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