Rajoy en su comparecencia en el Congreso se muestra optimista. Mejor así, pero mis convecinos y yo mismo, la verdad, seguimos igual o peor.
Rajoy, hoy en el Congreso, ha estado de lo más optimista; al igual que sus colegas del Consejo Europeo ha pasado del «desasosiego y la tensión» a «otro ambiente». El cambio al optimismo se debe «a la aprobación del marco común de resolución recogido en la Directiva de Rescate y Resolución de Entidades Bancarias, así como la creación del Sistema de Garantía de Depósitos«. ¿No les alegra y les llena de gozo? Yo, me quedo indiferente. Y a mí, qué.
Mientras no disminuya considerablemente el tamaño de la administración publica, mientras no se primen comportamientos austeros en el gasto público, mientras hasta la moños vaya en coche oficial, mientras hasta perico de los palotes tire de tarjeta de crédito pública para pagar sus comilonas, mientras la UGT y demás sigan financiándose con mi dinero, mientras no me bajen los impuestos y mientras me comparen con Alemania en el IVA y no en los sueldos, tengo crisis eterna asegurada.