El elegido por Mariano Rajoy para liderar el Partido Popular en Andalucía y lidiar con la socialista Susana Díaz dentro de dos años si un adelanto electoral no lo remedia es uno de los mejores síntomas que en los últimos tiempos ha mostrado la política española. Juan Manuel Moreno Bonilla, actual secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, es decir número dos del Ministerio de Sanidad que dirige Ana Mato, es también coordinador de Política Autonómica y Local del PP. Nacido en Barcelona en 1970, ingresó en las Nuevas Generaciones del PP en 1989, con 19 años y tras asistir a un mitin de José María Aznar. En 1994, llegó a presidir las NNGG en Málaga, en 1996 en Andalucía y en 1997 las nacionales hasta 2001. Entre tanto, ocupó su primer cargó público como concejal de Juventud y Deporte en el Ayuntamiento de Málaga entre 1995 y 1997 a las órdenes de Celia Villalobos, fue luego diputado regional en la V Legislatura del Parlamento andaluz y diputado Nacional desde la VII Legislatura (año 2000) por Cantabria hasta que fue nombrado para su actual cargo y renunció al acta de diputado en 2011. Es decir, no se le conoce ocupación fuera de la política. En Génova ha crecido, en parte, gracias a su labor en el equipo que coordina el sociólogo Pedro Arriola, marido de Celia Villalobos y asesor principal de Mariano Rajoy.
Por lo que se refiere a su formación, el elegido, es titulado superior en Protocolo y Organización de Eventos y en Protocolo y Relaciones Internacionales por la Universidad Camilo José Cela. Tiene también un máster en Dirección y Administración de Empresas por la EADE, otro en Programa para el Liderazgo en la Administración Pública (IESE) y máster de Oro del Real Forum de Alta Dirección. Protocolo, relaciones internacionales, dirección de empresa y liderazgo en la administración pública: tenía claro dónde quería llegar.
Así, por su trayectoria profesional siempre en la política y en el Partido Popular y por su formación académica ad hoc, el elegido Moreno Bonilla es un síntoma de la política que ya está llegando en España y que muy lejos se encuentra del ideal de los mejores dedicados con humildad a entregar su saber y experiencia en beneficio del país y mucho se acerca a lo inevitable de los más espabilados entregados a escalar desde críos en el organigrama de los grandes partidos políticos para alcanzar el máximo poder posible cuanto antes, mejor. Y, lo peor, es que la política que ya está aquí con Moreno Bonilla, el elegido, como síntoma se la debemos al PP y al PSOE, esas enormes máquinas de cría y colocación de cachorros en cargos públicos de menor a mayor relevancia con el paso de los años.