«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Vuestro odio, nuestra sonrisa

20 de abril de 2017

Finaliza la Semana Santa y el pesimismo es la nota común entre el progresismo patrio. Con récord de visitantes y de ocupación hotelera, la última Semana de Pasión ha supuesto un importante empuje para la economía del país. Según las estimaciones, unos 150.000 españoles han disfrutado de un nuevo empleo estos días, un 8% más que el año anterior. A pesar de la temporalidad de las contrataciones, más de un 30% de estos nuevos empleados mantendrán el puesto de trabajo hasta después del verano.

Los extranjeros (y cada vez más los nacionales), movidos por las exaltaciones de fe de los españoles, visitan toda la geografía ibérica y dejan ingentes cantidades de dinero en las arcas patrias, lo que repercute sobre toda la ciudadanía.

Para completar las “malas” noticias, el FMI ha elevado su previsión de crecimiento para España al 2,6%, una mejora de tres décimas sobre la última estimación.

Mientras se critica el desembolso de cofradías y hermandades en sus salidas procesionales, se guarda silencio sobre la importante acción social de las mismas. Un importante porcentaje, que crece considerablemente cada año, se destina para colaborar con los más necesitados: compra de alimentos, comedores, ropa y calzado, pagos de recibos, cuotas de hipotecas, becas escolares, material… La caridad siempre entendida como preocupación primordial de los cofrades y hermanos.

Hay que recordar que los ingresos de estas asociaciones provienen en su mayoría de cuotas, donaciones y organización de actividades para recaudar dinero. En resumen, el dinero que cofradías y hermandades destinan para colaborar con los más desfavorecidos, sale directamente del bolsillo altruista de los ciudadanos solidarios, datos que, curiosamente, no interesan a los críticos, filántropos de boquilla . 

El turismo religioso en España genera más de un 2% del PIB del país, con un impacto de unos 30.000 millones sobre la economía nacional. El 2017 será año santo en Caravaca de la Cruz (2 millones de peregrinos) y en Liébana (1,3 millones de peregrinos), con el importante montante financiero que acarrea.

La izquierda radical no odia al catolicismo como tal, odia todo aquello que huele a español y a tradicional. Así, mientras vemos a sus líderes expresar ridículos sentimientos de solidaridad con los actos de otras religiones, muestran su falta de respeto y repulsa a las celebraciones católicas. 

Pueden seguir irritados, “su odio es nuestra sonrisa”.

.
Fondo newsletter