«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
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Actor. Cine, teatro y televisión. Fue diputado en el Congreso de los Diputados y jefe de grupo en las Cortes Valencianas. Actualmente trabaja en 7NN. Dirige y presenta 'ConToni' los sábados por la noche.
Actor. Cine, teatro y televisión. Fue diputado en el Congreso de los Diputados y jefe de grupo en las Cortes Valencianas. Actualmente trabaja en 7NN. Dirige y presenta 'ConToni' los sábados por la noche.

Reconocer al nuevo Estado talibán

26 de mayo de 2024

Servidor querría hablar de Óscar Puente refiriéndose a Adif o a Renfe, a los retrasos de unos trenes de AVE que un día fueron ejemplo de puntualidad y ahora fallan más que una escopeta de feria o el CIS de Tezanos. Contar cómo la llegada de la competencia provocó que les viéramos el cartón. Describir unas estaciones incómodas, en obras permanentes, en las que esperamos hacinados o esas carreteras cada vez más bacheadas. Pero, de nuevo, debo hablar de otros asuntos ajenos a su tarea, si es que practica algo además del tuiteo. Quizá el ministro lo haga adrede. No hay como armar ruido, rebuznar, para que no se le vean a uno las vergüenzas. Aunque no creo. Que tenga vergüenzas, digo. Él es un ariete del Gobierno. Puesto ahí para el combate. Colocar a un tipo así en uno de los ministerios que requieren más habilidad en la gestión tiene guasa. Primero fue Ábalos y luego Puente. Ese es el respeto que tiene Sánchez por los usuarios de las infraestructuras que pagamos con nuestros impuestos.

El Gobierno que nos devolvió a las trincheras para asaltar el poder aliándose con los enemigos de España ha fabricado otra crisis. Artificial, sí, pero una crisis que comenzó Puente. El matón de las redes, el chulo de playa, el personajillo que sale de ruta con automóviles de alta gama cedidos por empresas adjudicatarias de su Ayuntamiento, que se fotografía en yates rodeado de bellas señoritas. Detallitos sin importancia que en cualquier país decente le habrían condenado a la muerte política. Puente comenzó el show insinuando que Milei se drogaba. No es una acusación ligera. Hablaba del presidente de Argentina ni más ni menos. Eso lo publican sobre Pedro Sánchez y lo tenemos un par de semanas reflexionando en Doñana. Antes, el ministro de Infraestructuras, al que le roban el cobre en sus narices, declaró que la pareja de Ayuso era un testaferro con derecho a roce. Lo dices de Begoña y tenemos un dramón feminista. Pero esta semana, Óscar daba un paso más y, sin dar nombres, cobardón como es, atacaba a un asesor del PP que, asegura, se toma ocho gintonics diarios. Qué manía tiene Puente con las drogas y el roce. ¿Por qué será? El que lo huele debajo lo tiene, decía mi abuelo.

Yo agradezco a Milei su respuesta desacomplejada. Los sociatas, su puño de hierro y su mandíbula de cristal, me tienen hasta las narices. Y no confundo al presidente ni a su mujer con la patria o las instituciones. Qué más quisiera él. Albares comparecía con carita de pena. Un Arias Navarro en color. Hablaba de ataque al Estado y Borrell, buscando foco, denunciaba una agresión a la UE. Si hay que sacrificar las relaciones con un país hermano para obtener dos o tres eurodiputados más, se hace. Ya no tenemos embajador en Argentina. Pero lo mantenemos en Rusia, Irán o Venezuela. Y entre Palestina e Israel, elegimos a Hamás. El listón moral de este Gobierno es vergonzoso. El de la UE y la ONU, que acaban de expresar su pena por la muerte del carnicero de Teherán, también. Era la bestia parda del país que pagaba la tele de Pablo Iglesias. Puede que ordenara matar a mi querido Vidal-Quadras, que todavía espera la llamada de nuestro presidente. Esta misma semana una de nuestras televisiones gubernamentales advertía del terrorismo más peligroso que hemos sufrido: el ultraderechista, decían. Te tienes que reír. En el país de los etarras y los atentados islamistas. ETA sacó provecho de sus asesinatos. Hamás, también. Salman Rusdhie advertía del principal peligro de reconocer a la actual palestina, la de Hamás: la creación de un nuevo Estado talibán. Tal cual.

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