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Dicen las malas lenguas que el PSOE tiene que cambiar de siglas. No es Partido, anda dividido y mantiene posiciones diametralmente opuestas en las distintas regiones. No es Socialista, con un ideario ambiguo alejado del credo proclamado por el otro Pablo Iglesias. No es Obrero, representado por políticos profesionales acomodados y enfrentados al pueblo. No es español, vendido a los brazos de los diferentes nacionalismos del país.
El anuncio de la candidatura de Susana Díaz ha llegado como agua de mayo para aquellos que esperan un mesías que acabe con la debacle socialista. Con la sombra alargada del sorpasso de Podemos y el obituario del hermano PASOK en la mente, la regeneración política del partido pasa por una cara nueva capaz de reconducir la deriva de la formación.
La carta de presentación de la heredera directa de Chaves y Griñán es cuanto menos polémica y curiosa.
La Andalucía de Susana Díaz se encuentra a la cabeza española en casos de corrupción, desempleo, pobreza y carencias materiales básicas, y aparece a la cola en cuanto a resultados en educación, inversiones en sanidad y transparencia política en su Parlamento. Una mochila muy pesada que puede hacer peligrar el largo y movido viaje de “La Reina del Sur” desde San Telmo hasta Ferraz.
Según filtraciones internas, el próximo 26 de marzo Díaz anunciará su candidatura para liderar el PSOE en un gran acto celebrado en Madrid. Díaz será la candidata del aparato y recoge el respaldo de históricos dirigentes y de importantes barones.
La decisión de Susana Díaz no ha sido sencilla. Su más que previsible victoria en las primarias y su posterior salto a Madrid puede conllevar la derrota del PSOE-A después de más de tres largas décadas de socialismo bananero y tercermundista. La preocupación de la federación regional radica en encontrar un sustituto, o sustituta, capaz de enganchar al fiel electorado. El desamparo de los socialistas andaluces puede desembocar en una peligrosa crisis interna. Manuel Jiménez Barrios, Mario Jiménez y María Jesús Montero parecen los mejores colocados en las quinielas.
La alternativa a Susana Díaz para el 39 Congreso Federal de junio la representan Patxi López, un vividor público profesional, un tipo sin carisma, con pocos apoyos dentro del partido y que acabará por abandonar la carrera por la Secretaría General para apoyar a la candidata andaluza en su pulso con el tercer candidato.
El tercero en discordia es Pedro Sánchez. Renacido de su destierro, Snchz vuelve a la escena política con un discurso más radicalizado. Su acercamiento a independentistas y sus coqueteos con Podemos, las dos principales causas que motivaron su cese tras varios ridículos electorales, vuelven a convertirse en los ejes de un programa que triunfa entre sus partidarios más fieles. Como nueva aportación, su cómico lema, ”Sí es sí”, para hacer olvidar el “No es no” que lo convirtió en el hazmerreír del panorama nacional.
Se presentan unos meses intensos y una dura e interesante carrera de fondo que acabará el próximo 18 de junio. Que gane el menos malo.
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