«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

¿Resurgirá el PSOE?

23 de mayo de 2017

La historia del PSOE, posterior a la muerte de Franco, es una historia llena de altos y bajos, de luces y de sombras. Ya no hay quien niegue que el PSOE, prácticamente inexistente en la oposición al franquismo, fue utilizado para neutralizar a los comunistas y su radicación sociológica, y para encauzar el voto de izquierdas hacia una posición socio-liberal.

El apoyo económico al PSOE de la socialdemocracia alemana y de los EEUU, su posición cambiante sobre la OTAN, la entrada en la UE, las posiciones económicas de Solchaga o de Boyer, la desindustrialización… no dejan dudas en los hechos, que la posición del PSOE de Felipe González, una vez renunciado al marxismo, está muy lejos de la posición original del partido fundado por Pablo Iglesias. El PSOE fue concebido, durante la transición, como un partido fundamental para el turnismo político, al estilo bipartidista de la restauración de Cánovas y Sagasta.

No obstante el PSOE juega en estos años a la ambigüedad, en vez de asumir los posicionamientos de la socialdemocracia moderna, pretende contentar a las bases con mensajes radicales de izquierdas, a pesar de que en la cúpula esos mensajes no se los creía nadie. De tanto jugar con fuego, surgen líderes como Zapatero que causan un terremoto en el PSOE y en la izquierda en general. ZP es bautizado en algunos foros como el padre de Podemos.

El pecado del PSOE

En el mitin de 1976 en el frontón Astelena de Eibar, Felipe González, secretario general del PSOE, gritó “Gora Euskadi Askatuta (Viva el país vasco libre)”, el lema del separatismo vasco. En 1986 se celebraron elecciones al parlamento vasco, el PSOE ganó esas elecciones con 19 escaños frente a los 17 del PNV, el candidato del PSOE fue José María Benegas (Txiqui Benegas). El PSOE cedió la lehendakaritza, o gobierno vasco, al PNV. PNV y PSE alcanzaron un acuerdo programático y conformaron un Gobierno del que saldría como lehendakari el candidato del PNV, José Antonio Ardanza, y como vicelehendakari, Ramón Jáuregui, del PSE. Desde entonces el histórico PSOE vasco, férreo enemigo antaño del PNV, pasó a ser la muleta del separatista PNV. Todo lo anterior con el beneplácito del presidente Felipe González y de militantes vascos como José Luis Corcuera, no recuerdo a Rodríguez Ibarra pidiendo la dimisión de nadie, ni la suya.

De igual manera, la gran relación de Felipe González y el separatista Pujol es necesario analizarla de una manera muy profunda. El Partido Socialista de Cataluña, dirigido por los niños bien de la burguesía catalana, pasó de ser el partido de los obreros catalanes y de los trabajadores del resto de España que se trasladaron a Cataluña, a ser la muleta del separatismo progre catalán.

No nos olvidemos del tripartito de Cataluña donde Zapatero avaló la unión con ERC e IU, de la redacción del anticonstitucional Estatut y del ex presidente diciendo la famosa frase “apoyaré el Estatuto que salga del parlamento de Cataluña». Como dice Hermann Tertsch, «la irrupción de Zapatero convirtió al PSOE en un Podemos de cincuentones».

ZP dijo que Otegui era un hombre de paz; Eduardo Madina llegó a insinuar que el atentado que sufrió de ETA prácticamente era culpa de la derecha; la fallecida Carme Chacón se paseaba flamante con el militar y hoy dirigente de Podemos, al que hizo jefe del Jemad, Julio Rodríguez; Teresa Fernández de la Vega, hija de un alto funcionario franquista protegido de Girón de Velasco, impulsa la ley de memoria histórica.

Susana Díaz, la que va de cruzada contra Podemos, gobernó la anterior legislatura con izquierda unida, la misma izquierda unida en la que militaban el alcalde de Marinaleda y compañía, hoy toda ella integrada en Podemos. En aquellas elecciones andaluzas el PP había ganado por primera vez por mayoría en Andalucía. Susana Díaz no dejó gobernar a la lista más votada de los populares uniéndose a Izquierda Unida.

Guillemo Fernández Vara, del PSOE extremeño, fue apoyado en su investidura por Podemos. Antonio Miguel Carmona del PSOE de Madrid, cedió la alcaldía de Madrid a la marca madrileña de Podemos frente a la lista más votada de Esperanza Aguirre. Emiliano García Page no dejó que gobernara la lista más votada en Castilla-La Mancha, la del PP y María Dolores de Cospedal, y llegó a un acuerdo de legislatura con Podemos, que hoy está roto o en suspenso, no está del todo claro.

Resurgió Pedro Sánchez

Es indudable que Pedro Sánchez fue utilizado por Rubalcaba para que se comiera el derrumbe después de las ultimas europeas, donde Ciudadanos o Podemos tuvieron representación mientras el PSOE sacó pésimos resultados, aparecieron estos dos nuevos partidos que en esas elecciones que se presentaron ambos como socialdemócratas, unos moderados y otros radicales. Algunos en el PSOE pensaron: que se coma este “pringao” de Sánchez el derrumbe y cuando se estabilice la cosa ponemos a “Susanita”, el problema es que Pedro Sánchez se rebotó y ahora el PSOE está partido, independientemente del resultado.

No hay que olvidar que los medios del establishment han hecho flaco favor a Susana Díaz con un apoyo unánime, encabezado por el Grupo Prisa con todos los palmeros detrás. No creo que al militante de base del PSOE le haya convencido que determinados personajes, que jamás han votado ni votarán al PSOE, hayan hecho esas alegorías por Susana Díaz como la gran esperanza del sistema.

No sabemos si en España podría pasar lo que en Francia, donde el Partido Socialista está en descomposición, donde los socialistas más liberales y más alineados con el poder y con el establishment se han ido con Macron que huyó del Partido Socialista antes del derrumbe. Los poderes fácticos y económicos en torno al Partido Socialista huyeron también y todos se concentran en torno a Macron. En Grecia también pasó y el PASOK desapareció del mapa político.

No sé lo que ocurrirá en España, solo sé que analizando otros países, y que teniendo en cuenta la existencia de partidos como Podemos o Ciudadanos que pueden captar voto del PSOE, el PSOE seguirá en la cuerda floja a pesar de los apoyos de los poderes económicos, esto ha cambiado y creo que no hay marcha atrás, el PSOE lo tiene difícil, aunque nada es imposible y mucho menos en este país.

 

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