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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.
Socio-Director de Eurogroup Human Resources.Orgulloso de colaborar con Intereconomía desde abril de 2012."""
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¡Salvemos Madrid!

4 de mayo de 2015

En virtud del deterioro que ha sufrido nuestra pseudo democracia, el derecho que tenemos todos los españoles a votar se ha convertido en un ejercicio de dudosa moralidad, puesto que se trata, en definitiva, de elegir al partido que “mejor nos desgobierne” y a los políticos menos corruptos y cuya ineptitud sea menor. 

Del mismo modo, España adolece de una gravísima enfermedad, que únicamente afecta a las naciones más pobres del planeta, denominada socialismo. La misma es absolutamente mortal en su versión más extrema (comunismo), y siempre conduce a las naciones que la padecen a la quiebra ética, social y económica.

Aunque, uno de los mayores riesgos que puede presentar la mencionada enfermedad radica en se contagia infecciosamente a través de un camaleónico virus, que adopta una engañosa y difícilmente identificable postura socialdemócrata.    

Y debido a que este dantesco entorno político ha conducido a España al punto de inflexión en el que actualmente se encuentra, las próximas elecciones, que se celebrarán durante el presente año tanto a nivel municipal y regional como en clave nacional, adquieren una vital relevancia. Porque las mismas son probablemente más significativas que otras citas electorales celebradas con anterioridad.

En este sentido, los españoles tenemos una doble responsabilidad. Y aunque dispongamos de más alternativas electorales que en otras elecciones, contradictoriamente, todas ellas son, cuanto menos, deficientes.  

El corrupto “capitalismo de amiguetes”, la politización de la Justicia y la burbuja de la Administración (cuyo coste de mantenimiento ha derivado tanto en el récord de deuda pública que ha batido España en los últimos años como en el actual parasitismo que ejerce el sector público sobre la economía productiva) del PP-PSOE han llevado a España al actual desastre político-económico y social.

Y los partidos regeneradores, Ciudadanos, VOX y UPyD, a los cuales muchísimos españoles venimos apoyando desde hace tiempo y que deben representar la alternativa a la corrupción institucionalizada del tradicional  bipartidismo, quizás tengan que reposicionarse adoptando estrategias políticas más consistentes y a largo plazo. Sobre todo, Ciudadanos, que es el único de ellos que tiene posibilidades de éxito.  

En cuanto a las marionetas españolas del ventrílocuo Maduro, es decir, a los dirigentes de Podemos, ellos mismos están auto desacreditándose progresivamente. Y, aunque estén intentando girar al centro, hace tiempo que se quitaron la careta y descubrieron, por tanto, su verdadera identidad expropiatoria, dictatorial y anti democrática.    

Consiguientemente, los españoles tendremos que reflexionar profundamente la noche antes de las elecciones.

Y centrándonos en Madrid, el panorama es “ligeramente” menos desalentador. Porque el PP de Madrid, que aunque también tiene grandes manchas de corrupción, es un partido que no ha aceptado las imposiciones socialistas-zapateristas del PP nacional y, en función de ello, ha tratado de mantener una línea político-económica de corte semi liberal, reitero, a pesar de la oposición de Rajoy, Montoro, Soraya… (Una de las pruebas que confirman las divergencias existentes entre el PP de Madrid y el PP nacional es que la dirección nacional de este partido presionó a la banca para que no financiara la deuda de Madrid).

Si Madrid sigue siendo el motor económico, aunque algo averiado, de España es, en parte, gracias a que el socialismo no ha invadido totalmente y en las últimas legislaturas esta comunidad. (Si descontamos al nefasto  gestor público y súper despilfarrador Gallardón).

Por tanto y en base a lo anterior, ¿merece otra oportunidad el PP de Madrid? En otras palabras, ¿votar al PP de Madrid es el mal menor? ¿Votar al PP de Madrid equivale a posicionarse en contra del PP de Rajoy? ¿Votar al PP de Madrid significa volver al verdadero y auténtico PP? ¿Madrid es la única ciudad-región en la que se puede votar al PP? 

En el caso que los madrileños vuelvan a confiar en el PP de Madrid (considerándola la opción menos mala), la primera medida ejemplar que Esperanza Aguirre y Cifuentes deberían adoptar es la relativa a adelgazar la Administración y, sobre todo, expulsar a toda la legión de enchufados, asesores políticos, etc.    

Y Ciudadanos ha cometido el error en Madrid de hacer juegos malabares con la política fiscal, insinuando a los madrileños que este partido se plantea subir el IBI y volver a instaurar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. (Recordemos que, en Madrid y actualmente, está bonificada la cuota de este impuesto en el ámbito familiar en un 99%).

 

¿Ciudadanos, que está cumpliendo una labor política valiosísima, no sabe que la mayoría de los madrileños apoyan una reducción radical de impuestos e, igualmente apuestan por una Administración que no se entrometa en sus vidas ni les robe las carteras? 

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