Buena sintonía con el Presidente Obama en una reunión en el Despacho Oval que duró más tiempo de lo previsto,y en la que en la comparecencia conjunta se permitieron preguntas a los periodistas pese a que no estaba en el guión. «Una reunión rápida y concreta para poder hablar de todos los temas, como les gusta a los estadounidenses», aseguran fuentes de Moncloa.
Obama considera que España ha conseguido resurgir de sus cenizas, como el Avex Fénix, aunque aún están pendientes las dos principales tareas: el crecimiento y la creación de empleo.
Para Estados Unidos es importante que España vaya bien por varias razones: la primera tiene que ver con la geopolítica y la base militar de Rota, el Magreb y Oriente Medio; la segunda, con la posición de España en la UE como cuarta potencia económica. El necesario consenso para alcanzar el Tratado de libre comercio entre Europa y Estados Unidos, lo que supondrá unir de un plumazo el 50% del PIB mundial. En tercer lugar, Estados Unidos no es un país cualquiera para España es el primer inversor extranjero. Así, para empezar, conviene que sigan creyendo en nuestras empresas y empresarios.
¿Y para España, por qué es importante esta inversión? Pues por lo obvio, porque para Rajoy la apuesta económica por España es fundamental. El inquilino de La Moncloa ha explicado en Washington a los empresarios españoles y estadounidenses que la economía ya está en fase de recuperación, que el año que viene el PIB crecerá un 0,7-% y que habrá creación neta de empleo por primera vez desde que comenzara la crisis en el 2008.
Son datos conservadores porque Funcas, la CEOE, e incluso el FMI -que esta semana hará pública una revisión al alza de sus previsiones macro-, lo sitúan más bien en el entorno del 1% de crecimiento. También ha resaltado el presidente que la inflación es sustancialmente baja en un tradicionalmente inflacionista; y que a fon de cuentas la competitividad económica esta demostrando que -gracias a las reformas- el esfuerzo y el sacrificio de esta crisis van a salir reforzados con un nuevo sistema productivo y con vocación de no cometer los errores anteriores.
El viaje de Rajoy a Estados Unidos ha tenido lugar en un momento clave: ni España corre ya el riesgo de ser intervenida, ni el euro se va a romper. Rajoy ha exhibido la capacidad de reestructuración pese a la quiebra técnica del país hace dos ejercicios. Por estar a favor, «está hasta la prima de riesgo » asegura uno de los presidentes de una de las multinacionales españolas presentes el Consejo de competitividad. Unos empresarios que comparten la idea optimista de que lo peor ha pasado, aunque aún hay que abordar la creación de empleo. Complicada tarea si no llega la inversión, teniendo en cuenta que el consumo interno está prácticamente muerto por la necesidad del desendeudamiento de pymes, empresas y familias. Por delante nos queda la reforma fiscal. Que Dios reparta suerte, y Montoro también.