Manejan a la perfección las redes sociales y pululan por ellas a su antojo, sin escrúpulos y sin control.
El objetivo es claro, instrumentalizar cualquier suceso catastrófico para pescar en río revuelto con fines partidistas. En la diana cualquiera que ose contradecir su ideario, nadie está a salvo de la ejecución en el paredón cibernético.
El último ejemplo lo hemos sufrido hace apenas unas horas con el incendio de Mazagón que amenaza peligrosamente al Parque de Doñana. Los trolls de Podemos, perfectamente organizados, han orquestado una concienzuda campaña difamatoria para culpar directamente al Gobierno y a la Junta de Andalucía.
Primero intentaron colocar el bulo de la recalificación de terrenos. Con la legislación vigente en la mano, son varios los especialistas que han desmontado las trolas del ejército morado, ya que ni la Ley de Montes, ni la Ley de Patrimonio Natural, ni la Ley de Ordenación Urbanística Andaluza permitirán construir en Doñana después del incendio.
Una vez desechado el tema de la recalificación, han intentado colar la construcción de un gasoducto de Gas Natural en el terreno quemado. Han sido los propios representantes de Greenpeace y Ecologistas en Acción quienes han desmentido la supuesta noticia.
Para dar credibilidad a las dos teorías han utilizado burdos montajes y se han servido de políticos unidospodemitas y de distintos miembros de la farándula para dar eco a las informaciones. Ninguno de ellos se ha molestado en contrastar los datos.
Una vez desmontadas las falacias creadas en la factoría podemita, el tema de Doñana ha dejado de interesar a los trolls, ya que el futuro de la naturaleza y de los humanos pierde interés cuando no se puede obtener beneficio a cambio.
Solo tienen una finalidad, hacer mucho ruido y captar votantes y utilizan todos los medios disponibles a su alcance. Lo han hecho con todos los accidentes y desastres naturales y lo volverán a hacer. La miseria humana no tiene límites.