El director de La Gaceta, Julio Ariza, explica en este editorial multimedia por qué se ha negado «en rotundo» a ver hoy la constitución de la Mesa del Parlamento Catalán.
Cuenta que la pasada noche, durante una espera en el aeropuerto, entabló conversación con dos mujeres del servicio de mantenimiento: «Intercambié unas palabras con ellas, hablamos de sus condiciones de trabajo, de cómo estaban, de cuánto les costaba llegar a trabajar». Mujeres que, explica Ariza, cobran 848 euros al mes y cuya única ventana de esperanza para cambiar su situación es la primitiva o la lotería. «Esa es la realidad a la que deberían prestar atención los políticos si quieren ser llamados dignamente eso». Eso, y no la última bufonada de Puigdemont desde Bruselas.