«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

La derecha oficial, los curas y la cadera regia

De la izquierda, lo que mejor entiendo con diferencia es su absoluto desprecio por la derecha oficial. Lástima que el ateísmo sea casi de rigor entre los zurdos, porque debería arrodillarse cada mañana a dar gracias por los rivales con los que les ha tocado lidiar.

Comulgan con todos los dogmas de la modernidad que la izquierda ha creado, no sin haberse opuesto a cada uno de ellos en su momento. Cada vez que un gobierno de derechas –como el que tenemos– mantiene las leyes aprobadas por la izquierda que en su día atacó con ferocidad parlamentaria está diciendo claramente a sus contrarios: “Vosotros teníais razón y nosotros estábamos equivocados”. Dan la sensación de no creer en nada realmente, y ni siquiera cuando tratan de hacernos olvidar lo social para concentrarse en lo económico –donde presumen ser más fuertes–, se contradicen de inmediato y pasan a ser más socialistas –por intervencionistas– que los propios socialistas. Su lema de campaña en esto era bajar los impuestos, y han hecho la subida del siglo.

¿Qué les queda? Una base que aún les cree, vagas apelaciones a las raíces cristianas y un monarquismo débil. Ya vimos que el otro día ABC salía en portada con su puñadito de miembros de la Familia Real y unas declaraciones desoladoramente banales. Este domingo, para no cansar, lo hace con una entrevista a Miguel Cabanela, el médico que operó a Don Juan Carlos, y estas declaraciones suyas como titular: “He sentido más presión operando al Rey que al vicepresidente de EE UU”. No me hagan mucho caso, pero para mí que la augusta cadera no es necesariamente de absorbente interés para mucha gente, muchas veces.

La Razón se dirige al otro tópico o, por mejor decir, predica para el otro coro de votantes peperos: ‘2015, el año del Papa en España’. Aquí ya hemos visto que Marhuenda es muy de viajar al futuro o al pasado para escapar al conflictivo presente, pero esta vez no vamos a criticarle por ello: por lo visto, el Vaticano ya tiene invitación para visitar Ávila para entonces así que, en algún sentido, es noticia.

En general la primera de La Razón viene muy asotanada, que también nos informa que ‘Los españoles aprueban con nota el trabajo de la Iglesia’, así como de una entrevista al nuevo secretario de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo, para quien “vivimos un cambio generacional en la Iglesia española, no una ruptura”. Amén, don José María. Y no vivimos un panorama de desempleo masivo, sino una reestructuración de plantillas generalizada.

Dentro, el rotativo pepero trata el asunto con el más previsible y blando de los titulares: ‘Una Iglesia al servicio de todos’. Me explico: un diario que no encuentra nada malo en lo que haga, diga o deje de hacer y decir don Mariano y, a la vez, quiera mantener en su plácida pasividad a las bases católicas del PP debe, por fuerza, desear una Iglesia que sea básicamente una ONG con buenos contactos en el Gobierno, que dé de comer a los pobres se congratule de tener a estos benditos al frente de la nación, y no una voz profética que se líe a zurriagazos con los mercaderes del templo y le recuerde al Ejecutivo los ‘principios innegociables’ que hacen cuestionable el voto católico al PP.

Por eso todo son cifras en el editorial, nada conflictivo o que pueda recordar que la Iglesia no es, al fin, el brazo litúrgico y beneficiente de ningún partido: “El Episcopado ha calculado en su Memoria que la Iglesia ahorra al Estado unos 30.000 millones de euros”. Y es verdad, y ha que contarlo. Pero es todo de este palo. Cristo, ni está ni se le espera.

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