El programa ha contemplado en primer lugar la acogida, una breve representación teatral de los seminaristas, una reunión por grupos para conocer qué hace cada uno en su parroquia como monaguillo y tener noticias del Seminario Menor «San Pelagio»: qué es, quién vive allí, de qué va, …
Asimismo, los asistentes han disfrutado de un amplio elenco de actividades deportivas, juegos y concursos. Tras el almuerzo, la jornada concluyó con la entrega de los premios obtenidos en los deportes y juegos, así como la entrega del diploma que premia a las parroquias que más monaguillos hayan enviado.
Debe tenerse muy presente que todos los participantes han sido niños, vivero inestimable de futuras vocaciones sacerdotales.
Tomás de la Torre Lendínez