En el pasado mes de agosto, dos nuevos casos del Scirtothrips aurantii, más conocido como el trips sudafricano, han sido detectados en la provincia de Castellón. Este insecto, que ataca principalmente frutos y hojas de los cítricos, ha causado un daño severo a las plantas, afectando la actividad fotosintética y generando deformaciones que comprometen la calidad del fruto. Desde su primera aparición en el sur de España en 2020, la plaga se ha extendido rápidamente, alcanzando también a Portugal, lo que ha puesto en jaque a los productores agrícolas del Mediterráneo.
El trips sudafricano ha representado una seria amenaza para la agricultura, especialmente en un sector tan sensible como el de los cítricos. Las pérdidas económicas causadas por este insecto no sólo provienen de la reducción en la calidad y cantidad de los frutos, sino también de los elevados costes de producción adicionales, derivados de los esfuerzos para combatir la plaga y mitigar sus efectos. Según estimaciones de los agricultores afectados, el daño se ha traducido en frutos no aptos para la venta y un aumento en el uso de productos fitosanitarios, encareciendo aún más los costes de producción.
Dada la gravedad de la situación, la eurodiputada de VOX Mireia Borrás, del grupo Patriotas por Europa (PfE), ha presentado una solicitud formal a la Comisión Europea, expresando la urgente necesidad de apoyo para enfrentar esta plaga invasora. En su carta, Borrás ha preguntado si la Comisión tiene previsto desarrollar un programa que fomente la investigación y la implementación de medidas preventivas y de contención en las zonas afectadas. Además, ha planteado la necesidad de extender el tratamiento en frío —actualmente obligatorio para ciertas variedades de cítricos— a otras especies, como las mandarinas y los pomelos, con el fin de proteger la producción europea de nuevas incursiones de esta plaga.
Asimismo, la eurodiputada ha destacado la importancia de aumentar los controles e inspecciones tanto en el lugar de origen de las importaciones como en las fronteras europeas. En su opinión, una mayor rigurosidad en la supervisión fitosanitaria ha sido clave para frenar la expansión de plagas como el trips sudafricano y asegurar que las importaciones no se conviertan en un canal de entrada para otras amenazas similares.
La expansión del Scirtothrips aurantii no es sólo un problema local, sino una cuestión de seguridad alimentaria y económica para toda la cuenca mediterránea. Borrás ha puesto de relieve la necesidad de una respuesta coordinada a nivel europeo. «El futuro del sector citrícola, un motor económico fundamental en muchas regiones de España y del sur de Europa, ha dependido de la capacidad de los agricultores y de las autoridades para contener esta plaga antes de que sus efectos sean irreversibles».
Las decisiones que tome la Comisión Europea en los próximos días serán decisivas para salvaguardar la producción local y garantizar la competitividad de los cítricos mediterráneos en los mercados internacionales.
