Ya es hora de pedir explicaciones y responsabilidades, de superar ese eterno complejo de culpa de la derecha española.
‘Capaz de lo mejor y de lo peor’. Es esa frase que tan bien define al ser humano la que nos sirve para comenzar nuestra carta este viernes. Capaces de lo peor… así son quienes utilizan la red social Twitter para vomitar todo el odio y la miseria que llevan dentro y alegrarse por el asesinato de dos guardias civiles y de un ciudadano pocas horas después del de Víctor Laínez y escupir un “todo son buenas noticias en Aragón”.
Una miseria moral íntima y directamente relacionada con la violencia verbal que la izquierda más radical emplea desde siempre para avivar el odio en el que basa buena parte de su ideología. Llamadas a tomar las armas, aquella confesión de Iglesias sobre las agradables sensaciones que le produce ver a policías siendo apaleados, la irónica pero no inocente apuesta por una ‘cacería de fachas’… Es la antesala de la violencia física, y ya es hora de pedir explicaciones y responsabilidades, de superar ese eterno complejo de culpa de la derecha española y recordar que declararse fascista no es peor que reconocerse comunista (por no hablar del saldo de muertes que corresponde a cada cuenta).
Vergüenza nacional
Antes de contarles cómo va la cuestión catalana a una semana de las elecciones, nos detenemos en una de esas noticias que nos recuerdan el deber de olvidarnos a veces de los políticos para empezar a pensar -y a hablar- de la política. “40.647 personas dependientes murieron en 2016 sin haber recibido la prestación reconocida y este año podrían ser 34.000, según la Asociación de Directores y Gerentes en Servicios Sociales, que ha lamentado la “insumisión” del Gobierno con la Ley de la dependencia”.
No es una crítica al Gobierno de Mariano Rajoy -o no más que a los gobiernos que le han precedido-. Es una crítica a un sistema que se gasta 60.000 euros en “fortalecer la protección de los derechos de los/las presos/as políticos/as” (y que cada uno entienda en los/las presos/as lo que quiera), en un sistema de riego que tardará cuatro siglos en amortizarse o casi 8.000 euros en un congreso sobre plagas de solanáceas…en Quito. Que quienes gestionan ese dinero de todos miren a la cara a los familiares de las personas dependientes. Que les expliquen por qué su hijo, padre o hermano no ha contado con más ayudas, más medios, más comodidades.
Y Cataluña
Y, ahora sí, lo de Cataluña. A seis días del 21D, las encuestas apuntan a que Ciudadanos será el partido más votado, pero ERC el que obtenga más escaños, y que el bloque independentista sacará pocos diputados de diferencia al constitucionalista, mientras que los Comunes tendrán la llave de la gobernabilidad. No sé a ustedes, pero que el separatismo sume casi los mismos votos que en las pasadas elecciones hace pensar que en Cataluña hay más de un votante decidido a arruinarse el futuro.
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