El acto tuvo lugar el sábado ante el arzobispo de la ciudad del Betis.
La Capilla Real acogió el sábado 8 de febrero, a las 12:00 h. la consagración de tres vírgenes de manos de mons. Juan José Asenjo: María Gallego, Pilar Ríos y Mª Inocencia Romero. Como el propio arzobispo describía en una carta pastoral, el orden de las vírgenes es “una institución eclesiástica hoy poco conocida a pesar de ser casi tan antigua como la misma Iglesia”.
En la citada carta, el prelado sevillano explica que las vírgenes consagradas “viven en medio del mundo. No pertenecen a ninguna familia religiosa, ni dejan su familia o su trabajo profesional. No hacen voto de pobreza, aunque tratan de vivir despegadas de los bienes materiales.
Tampoco hacen voto de obediencia, aunque están especialmente vinculadas al obispo, que puede señalarles un campo concreto de apostolado, casi siempre al servicio de su propia parroquia o de un sector concreto de la pastoral diocesana. Sí se les pide vivir el consejo evangélico de la castidad que, si bien no es voto, la tradición siempre lo ha considerado muy próximo a él”.
Estas tres jóvenes se han estado preparando durante meses para este momento con el sacerdote sevillano, Andrés Ybarra. En la actualidad, la archidiócesis de Sevilla cuenta con un grupo de unas cuarenta vírgenes consagradas.
Felicito a estas tres nuevas consagradas al servicio de la Iglesia diocesana de Sevilla.
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