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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Puigdemont, el Cid y la espada Colada

En el Cantar de Mío Cid llámase francos a los catalanes porque el territorio de Cataluña constituyó una marca o condado del Imperio Carolingio.

Es común escuchar en Argentina que los catalanes son los más inteligentes de España, sin embargo en los últimos tiempos no lo están demostrando. El conflicto catalán trasciende las fronteras de Iberoamérica. La disputa comienza a afectar negativamente a los miembros de nuestra extensa comunidad internacional.
Después de escuchar a Carles Puigdemont hablando en Bruselas el pasado 31/10/2017 viene a nuestra memoria la tirada Nº 58 del Cantar de Mío Cid, cuando el Conde de Barcelona quedó prisionero. En el cantar ‘llámase francos a los catalanes porque el territorio de Cataluña constituyó una marca o condado del Imperio Carolingio. Esta denominación continuó empleándose aún en el Siglo Doce’.
Durante la conferencia en el Club de Prensa de Bruselas nos pareció estar escuchando a una persona más parecida a un francés o a un belga francófono, que a un español. Puigdemont se siente más cómodo hablando francés en Bruselas que español en la Península Ibérica.
En cambio, no sucede lo mismo cuando escuchamos hablar a otros catalanes como Albert Rivera, Xavier García Albiol, Alejo Vidal-Quadras o el socialista Josep Borrell.
El idioma es el factor de integración más importante de los pueblos. Tanto Pasqual Maragall en 2005 como Artur Mas en 2014, intentaron que Cataluña formara parte de la Organización Internacional de la Francofonía (OIF). Una unión de Estados francófonos diseñada en Paris para mantener la influencia cultural y política de la potencia francesa. Inclusive algunos separatistas llegaron a delirar que el F. C. Barcelona jugase en la liga de fútbol de Francia.
Hay racismo y desprecio en el comportamiento de Puigdemont, Mas, y otros separatistas. Desprecio hacia el resto de los pueblos ibéricos, la lengua española y los hispanohablantes en general. Los separatistas no quieren hablar español y son capaces de prohibirlo en esa parte de la Península Ibérica. Consecuencia de un sistema autonómico mal entendido.
La porción de catalanes separatistas es menor que la de los catalanes españoles. Parecen más numerosos porque han establecido una hegemonía de medios de comunicación que los amplifica avasallando al resto de la región. «Un aparato de propaganda formidable» (9/10/2017), según lo expresa el ex ministro Josep Borrell.
Fuera de tiempo y lugar, los separatistas se comportan como un antiguo reducto de francos que todavía no han querido integrarse al resto de la población. MGB 4/11/2017.
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Cantar de Mío Cid. Tirada 58.
El Cid vence en la batalla
Gana la espada Colada
Preparados están todos
cuando esto el Cid hubo hablado;
las armas bien empuñadas,
firmes sobre sus caballos.
Por la cuesta abajo llegan
las mesnadas de los francos (1);
en el hondo de la cuesta
y muy cerca ya del llano
ordenó atacar el Cid
Campeador, bienhadado;
y así lo cumplen los suyos
con voluntad y buen grado,
los pendones y las lanzas
tan bien los van empleando,
que a los unos van hiriendo
y a los otros derribando (2).
Vencedor en la batalla
fue mío Cid bienhadado,
y en ella el conde Ramón
por prisionero ha quedado.
Allí ganó la Colada (3)
que vale más de mil marcos.
(1) Llámase francos a los catalanes porque el territorio de Cataluña constituyó una marca o condado del Imperio Carolingio. Esta denominación continuó empleándose aún en el Siglo Doce en que los historiadores siguen llamando francos a los catalanes, como puede observarse en las crónicas de la época.
(2) Los del Cid derriban sin esfuerzo y sin herir a los catalanes, por que éstos montaban sillas coceras, muy inseguras, en las batallas.
(3) Colada es el nombre de la espada que el Cid cogió al Conde de Barcelona. Esta espada, que tuvo el héroe en gran estima, era de gran valor artístico, por lo que el juglar dice que “valdría más de mil marcos”. La espada como arma principal – dice Menéndez Pidal – , era el despojo del vencido más codiciado por el vencedor.
Bibliografía
Cantar de Mio Cid. Anónimo. Transcripción anotada y prólogo del profesor Luis Guarner. Pág. 117. Editorial Edaf. Madrid, 1987.

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