«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Cambio de Tercio

La Economía del Toro

Diego Sánchez de la Cruz es colaborador habitual en prensa escrita, radio y televisión. Además, es director de la consultora Foro Regulación Inteligente, profesor universitario e investigador internacional del Instituto de Estudios Económicos. En clave taurina, participa en las tertulias y debates del canal Toros de Movistar, así como en otros espacios taurinos de medios, como EsRadio. Su proyecto "La Economía del Toro" es una de las cuentas más influyentes del sector taurino en redes como Twitter (+20.000 seguidores). Ha realizado decenas de estudios económicos y estadísticos del sector cultural taurino. Sus escritos taurinos de índole filosófico y artístico han sido reconocidos con el Premio Zumel de Ensayo Literario-Taurino en tres ocasiones.

La Economía del Toro

Diego Sánchez de la Cruz es colaborador habitual en prensa escrita, radio y televisión. Además, es director de la consultora Foro Regulación Inteligente, profesor universitario e investigador internacional del Instituto de Estudios Económicos. En clave taurina, participa en las tertulias y debates del canal Toros de Movistar, así como en otros espacios taurinos de medios, como EsRadio. Su proyecto "La Economía del Toro" es una de las cuentas más influyentes del sector taurino en redes como Twitter (+20.000 seguidores). Ha realizado decenas de estudios económicos y estadísticos del sector cultural taurino. Sus escritos taurinos de índole filosófico y artístico han sido reconocidos con el Premio Zumel de Ensayo Literario-Taurino en tres ocasiones.

La Feria de Olivenza, éxito de taquilla en sus cuatro festejos 

8 de marzo de 2024

Empezó fuerte la Feria del Toro de Olivenza, con un interesante festejo en el que se lidiaron seis ejemplares de La Cercada, de buen juego. Tres novilleros hicieron el paseíllo y se repartieron un total de ocho orejas, dos por coleta en el caso de Carlos Domínguez y Sergio Sánchez y cuatro en las dos actuaciones de Sergio Domínguez El Mella. La plaza cubrió las tres cuartas partes de su aforo y el espectáculo fue transmitido a través de la televisión autonómica, llegando así a más público.

La segunda jornada estuvo marcada por los diluvios y el viento que azotaron la localidad fronteriza hasta el punto de que se llegó a tener la suspensión de la primera corrida del abono. Con el tiempo a la contra, José María Manzanares, Alejandro Talavante y Andrés Roca Rey lidiaron una corrida del hierro salmantino de El Puerto de San Lorenzo. Pese a las buenas hechuras del encierro, la corrida no tuvo finales e impidió el lucimiento del coleta alicantino, que abría cartel, y la figura peruana, que hizo doblete con una segunda comparecencia 24 horas después. Quien si tuvo opciones y las aprovechó fue Talavante, primero con una faena que le valió un trofeo merced a una rotunda serie por la derecha y después con una pletórica actuación ante el quinto, al que quitó por chicuelinas y recibió después arrodillado en el barro, enardeciendo al respetable antes de torearlo muy inspirado por ambos pitones y coronar su actuación con un precioso remate por doblones.

Roca Rey no pudo hacer gran cosa ante el sexto, aunque si dejó un bello y variado saludo capotero en su primera actuación, un toro que se rajó y al que persiguió hasta las tablas para robarle algunos muletazos de máximo compromiso. Manzanares se mostró dispuesto y tiró de oficio ante sus dos oponentes, a los que pasaportó con dos buenas estocadas. La climatología condicionó en exceso sus dos actuaciones. Los tendidos lucieron llenos.

Había muchas ganas de ver la novillada monstruo programada para el domingo en horario matinal. La jornada estuvo marcada por un magnífico clima que permitió dejar atrás la lluvia y el frío de la jornada anterior y disfrutar de una «doble sesión» que arrancó a las once y media de la mañana. Los novillos, del propio Alejandro Talavante. Entradón para el festejo, con la plaza cerca del lleno

Manuel Román recibió por verónicas al primero de la mañana y firmó una actuación completa con un precioso final adornado por trincherillas. El toro tardó en doblar, lo que enfrió al respetable, que no obstante regaló una cariño salvación al cordobés. En el segundo, Marco Pérez salió a por todas y recibió al toro a porta gayola, con una larga afarolada que se leyó como lo que era: una declaración de intenciones. El niño prodigio demostró un inusitado conocimiento de los terrenos y supo tratar con mimo y suavidad las embestidas de su oponente, reponiéndose incluso ante una voltereta y cortando una oreja de ley. Llegó después del turno de Javier Zulueta, que confirmó el buen ambiente generado entre los aficionados sevillanos merced a una faena clásica que fue pura suavidad. Los ayudados barriendo el lomo fueron una delicia. Se llevó un trofeo. No se quiso quedar atrás el portugués Tomás Bastos, que salió a por todas y también se arrodilló ante los chiqueros. Gustó un quite por gaoneras en el que meció el capote de un lado a otro de su espalda, como hizo José Tomás aquella recordada mañana de Nimes, introduciendo una suerte que luego han popularizado toreros como Sebastián Castella o Roca Rey. Bastos puso banderillas, con un destacado par al quiebro, pero no pudo redondear su actuación porque el animal se rajó.

En la segunda parte de la novillada, Manuel Román se topó con un toro soso que enganchaba las telas con su irregular embestida. Marco Pérez volvió a recibir al animal a porta gayola, luego lo paró por delantales y remató la suerte con una vistosa serpentina. La faena fue en la corta distancia y le valió una oreja por la entrega y el poder con el que sometió al animal. Javier Zulueta brindó el séptimo a sus compañeros. Tras esa bella estampa que reunió a los prometedores aspirantes, cogió la tela roja entre el expectante silencio del público y firmó un bello inicio por ayudados, seguido de una faena que fue tan pulcra y limpia como templada y bella. Gustaron los cambios de mano, el toreo al ralentí en los naturales, la serie a dos manos con la que cerró su actuación… Pese a dos pinchazos, el público  igualmente le quiso premiar con una oreja. El final de la mañana corrió a cargo de Tomás Bastos, que esta vez sí pudo desplegar todo su repertorio con un colaborador novillo al que también banderilleó. Pura ambición, toreó largo y encajado al animal  y cerró con una serie por circulares, seguida de una estocada que le garantizó el apéndice.

El buen clima se mantuvo en la jornada vespertina, que anunciaba una corrida del hierro salmantino de García Jiménez. La plaza, llena. No tuvo muchas opciones Morante de la Puebla, que se llevó el peor lote. Juan Ortega se encontró con un sobrero de La Ventana del Puerto con el que pudo disfrutar. El quite por delantales fue una maravilla. Ya con la muleta, sacó al toro a los medios con despaciosidad y torería. Su actuación terminó coronada con una preciosa serie de molinetes, toreando muy despacio y envolviéndose en cada uno de ellos. Oreja tras una gran estocada. En el quinto, Ortega gustó con un precioso quite por cordobinas. Terminó en tablas el animal, impidiendo un triunfo mayor. Roca Rey arrebató al público en su saludo capotero al tercero de la tarde, muy variado por verónicas, delantales, chicuelinas… Después quitó por chicuelinas y tafalleras, antesala de un explosivo inicio de faena arrodillado. Puso a la plaza de pie con una actuación verdaderamente rotunda, puro mando y poder. El peruano terminó montado en los terrenos del toro y dejó una fulminante estocada que le valió una oreja tras escuchar un aviso. Ante el sexto no pudo hacer gran cosa más que taparle los defectos y acercarse hasta pisar la línea de fuego. Lo puso todo Roca y remató con una media estocada trasera que le valió la petición de una segunda oreja no concedida por el palco.

Un año más, la feria de Olivenza ha dado ejemplo en términos de organización, superando las inclemencias del tiempo y programando cuatro festejos en los que hubo sitio para el presente y el futuro del toreo. La afluencia masiva de público, con dos novilladas a tres cuartos de plaza y dos corridas rozando el «no hay billetes», confirma la buena salud del ciclo organizado por José Cutiño y la FIT y avala también una campaña de venta de entradas iniciada en Navidad y marcada por numerosos actos y encuentros con aficionados. El ganado no terminó de funcionar en ambas corridas, de modo que parece sensato seguir rotando en busca de recuperar la regularidad que se observaba en dicho ámbito en tiempos pasados. 

TEMAS |

Noticias relacionadas

.
Fondo newsletter