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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Estrasburgo avala retirar el soporte vital a un bebé contra la voluntad de sus padres

Chris Gard y Connie Yates han luchado durante meses por la vida de su bebé, Charlie Gard. Ahora, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo les arrebata su última esperanza con una sentencia demoledora para la familia. Su hijo de diez meses será desconectado del soporte vital -respirador- y morirá sin que ellos puedan hacer nada más para evitarlo.

Les contamos la historia: Charlie sufre una enfermedad genética rara y está hospitalizado en Londres sin esperanza alguna de mejora según el diagnóstico médico. Antes de tirar la toalla, sus padres querían llevar al niño a Estados Unidos para un tratamiento experimental. Sin embargo, la justicia británica truncó sus planes al considerar que un tratamiento experimental «sin perspectivas de éxito» era perjudicial para Charlie.

El pasado mes de febrero, el hospital en el que se encuentra Charlie solicitó una declaración de los tribunales nacionales sobre la legalidad de retirar la ventilación artificial y proporcionar al niño cuidados paliativos hasta su muerte. Los tribunales británicos sentenciaron que era legal la retirada del soporte vital a pesar de la oposición de los padres, decretando la denominada «muerte digna» para el pequeño.

Buscando ayuda para seguir luchando por la vida del bebé, Chris y Connie recurrieron al Tribunal de Estrasburgo después de haber perdido la batalla en los tribunales de Reino Unido. Ahora, la corte europea ha desestimado el recurso que pretendía que el bebé fuera sometido al tratamiento experimental, negando a la pareja la posibilidad de seguir intentando salvar a su hijo.

El Tribunal de Estrasburgo ha declarado inadmisible la demanda y ha apoyado el enfoque adoptado por los jueces británicos, señalando que «la decisión es definitiva». El tribunal también ha considerado conveniente levantar la medida cautelar que obligaba a los médicos a continuar proporcionando el tratamiento de soporte vital.

«¿Qué padres no lo intentarían?»

Ante los jueces británicos, el abogado de la familia cuestionó si el estado debe entrometerse en las decisiones de los padres y ordenar la muerte de su hijo y explicó que Chris y Connie trataban de hacer todo lo posible por el bien de su hijo. Los padres denuncian que se ha producido una injerencia injusta y desproporcionada en sus derechos parentales.

«Somos sus padres, lo conocemos mejor que nadie, cuando siente nuestra presencia, trata de abrir los ojos tanto como le es posible. Si pensáramos que no hay ninguna esperanza no lucharíamos por esto», señalaban los padres de Charlie en declaraciones recogidas por Daily Mail. 

«Pero si hay una posibilidad de que un tratamiento funcione, y los médicos en Estados Unidos nos han dicho que creen que la hay, ¿qué padres no lo intentarían?», añadían. La decisión del TEDH, sin embargo, marca el final de esta dolorosa batalla judicial y el pequeño Charlie morirá al lado de unos padres que hicieron todo lo posible para luchar por su vida.

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