«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Un obispo le recuerda a Trudeau que un católico no puede defender el aborto

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau

‘Aunque Trudeau no se definiese como católico, la cuestión central seguiría siendo que no puede promover o defender un derecho que no existe’, ha añadido el prelado.


En un contexto en que proliferan los católicos que – consciente o inconscientemente – se alinean con ideologías manifiestamente anticristianas, parece importante que los clérigos demanden a los fieles cierta coherencia entre sus más profundas creencias y su comportamiento social y político. Es lo que ha hecho el arzobispo de Ottawa, quien ha criticado cáusticamente al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, por proclamarse católico al tiempo que impulsa el aborto a nivel mundial.
En este sentido, Monseñor Terrence Prendergast ha reflexionado, en un editorial publicado por el ‘Ottawa Sun’, sobre la inmoralidad de promover un derecho que no existe, como el aborto: ‘Aunque Trudeau no se definiese como católico, la cuestión central seguiría siendo que no puede promover, inventar o defender un derecho que no existe’ . De este modo, el purpurado moteja de ‘lógicamente imposible’ la coexistencia del catolicismo y del abortismo en la mente de una persona.
Asimismo, en el texto, Monseñor Prendergast muestra su indignación por una de las más recientes medidas impelidas por el Gobierno liberal de Trudeau; una medida por la que sólo las empresas que secunden públicamente el aborto y la ideología de género podrán recibir fondos del Estado.
Así, de acuerdo con el purpurado, presenta un cariz marcadamente despótico e incompatible con muchos de los conceptos consagrados en la Carta de Derechos y Libertades canadiense, entre los que se encuentran la libertad de conciencia y religión; la libertad de pensamiento, creencias, opinión y expresión (incluyendo la libertad de prensa); libertad de asamblea; y libertad de asociación.
Ello lleva al prelado a preguntarse si los católicos canadienses gozan realmente de los mismos derechos que el resto: ‘¿Tenemos los canadienses libertad de conciencia y religión; libertad pensamiento, creencia, opinión y expresión? (…) Aparentemente sólo tenemos la libertad de sostener las opiniones aprobadas por el actual Gobierno. ¿Quién defiende nuestros derechos y libertades en este contexto?’

Trudeau, comprometido con la imposición de la ideología de género

Por mucho que él sostenga lo contrario, la dura realidad es que muchas de las políticas impulsadas por el primer ministro Trudeau son incompatibles con la doctrina católica. Así, el partido político que él encabeza apadrinó en Ontario una ley que establece – aunque resulte increíble – que aquellos padres que se opongan a la ideología de género perderán la custodia de sus vástagos.
La norma, motejada de ‘totalitaria’ por entidades comprometidas con la defensa de la familia y almibarada por los progres con palabras hermosas, fue aprobada en los albores del pasado año 2017. En ese momento, su precursor, Michael Couteau (ministro de la Infancia y de la Familia) sintetizó lo que la ley implicaría: ‘Una forma de abuso cuando un niño se identifica como un género y un padre le dice que tiene que ser de una manera diferente. Por lo tanto, si hablamos de un abuso, y si está dentro de la ley, se puede retirar la custodia a esos padres del niño y situarlo bajo la protección del Estado’.

TEMAS |
.
Fondo newsletter