Rodrigo Pereira de Abreu, que jugaba como rematador en las ligas masculinas de voleibol de Brasil, Portugal, Francia, España y Holanda, pasó a ser Tiffany Abreu en 2012, el primer hombre biológico en la Superliga femenina y la selección brasileña , con una estatura de 1,94 y un peso de 84 kilos.
En 2015, Rodrigo inició su transición de género, adoptando el nombre de Tiffany Abreu. «Fui dos veces el jugador más valioso en ligas de hombres. Pero esto es algo especial para mí», declaró a The Associated Press en Italia, Tiffany se sometió a un tratamiento hormonal para controlar los niveles de testosterona en su sangre y, posteriormente, se sometió a una cirugía de cambio de sexo y actualizó todos sus documentos.
Su agente, familiarizado con las normas, le ayudó a retomar su carrera deportiva, en la que ha mostrado una superioridad aplastante frente a sus rivales mujeres, con, además, la red más baja que en la categoría masculina.
En 2017, Abreu recibió la autorización de la Federación Internacional de Voleibol para participar en competiciones femeninas. Desde entonces, ha participado en diversas actividades deportivas, incluida la segunda división italiana, y estuvo a punto de participar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, antes de competir, esta vez sí, en los de París. Tiffany, hombre biológico, es jugadora del Osasco VC y finalizó el año 2021 como la máxima anotadora de la Superliga Femenina de Brasil, con un promedio de 5,92 puntos por juego, un récord aún imbatido.
El Comité Olímpico Internacional (COI) dispuso en 2003 la primera normativa que permite a hombres biológicos competir en deportes femeninos. En 2016 cuando el COI decidió que los atletas trans podían competir en los Juegos Olímpicos y otras competencias internacionales sin ni siquiera la necesidad de someterse a cirugía de cambio de sexo.